CD. VICTORIA, TAM.- La razón de que el jaguar esté en peligro de extinción en Tamaulipas, no solamente es a causa de la caza furtiva, sino también de otras problemáticas provocadas por el hombre a través de los años.
El constante crecimiento urbano con la construcción de infraestructura, la deforestación, contaminación, incendios, caza y comercio ilegal, han abonado a que esta especie se haya perdido en gran cantidad.
Por tal motivo la Comisión de Parques y Biodiversidad de Tamaulipas (CPBT) activó una serie de programas para proteger a la especie, entre ellos el monitoreo constante del felino u que en días pasados tuvieron buenos resultados.
Jets que avistaron, capturaron, registraron y pusieron en libertad con un collar de rastreo a una hembra jaguar en el municipio de Aldama que rondaba en la región y que rápidamente atendieron.
En este sentido, a través de estaciones de foto-trampeo que se han instalado en Gómez Farías, Aldama, González, Llera, Casas y Soto La Marina, se realiza un intenso trabajo de monitoreo sobre el jaguar
“Recientemente en Aldama, Tamaulipas, se dio el avistamiento, nos avisaron y se dio la captura de una hembra, a la que después de un intenso chequeo médico, se le puso un collar para rastrear sus movimientos, la que se puso en libertad”.
“Forma parte de los siete programas de conservación, que se realizan en pro de la fauna, entre ellos el jaguar, que es el felino más grande de América, tiene la mordedura más fuerte, es carnívoro, es un cazador silencioso y algo que caracteriza a esta especie en particular son las “manchas” de su piel que realmente se llaman rosetas”, informó Eduardo Rocha Orozco, vocal ejecutivo de la Comisión de Parques y Biodiversidad de Tamaulipas.
Ante este panorama, la Comisión de Parques y Biodiversidad de Tamaulipas, entre otras instituciones más, trabajan en su protección y preservación para que vuelvan a su hábitat natural.
De acuerdo a las cifras del Censo Nacional del Jaguar hay un aproximado de más de 4 mil 800 ejemplares en el país.
Cabe destacar que el censo fue realizado con cámaras trampa sensibles al movimiento, en dos etapas por especialistas de la UNAM, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y la Alianza.
POR ANTONIO H. MANDUJANO