Ya se ha dicho de muchas maneras: la prioridad para el Gobierno de Américo Villarreal Anaya es que Morena obtenga la mayoría en el Congreso del Estado.
En contraparte, la oposición -liderada todavía por los Cabeza de Vaca- busca evitar a toda costa que la 4T alcance ahora sí las dos terceras partes de las posiciones para maniobrar a gusto en el segundo tercio de la administración estatal.
Sobra decir que también son importantes los ayuntamientos por el acceso a los recursos públicos y porque se requiere de su aval para reformar la Constitución Local, pero la llave para la gobernanza está en el Poder Legislativo.
Aunque todavía le quedan algunos meses, en los hechos la Legislatura 65 ya terminó, y será recordada como un muestrario de los errores que Morena no puede volver a cometer.
Las baterías ahora apuntan, a ganar tantos distritos de mayoría como se puedan, y luego pelear en la mesa una por una las posiciones plurinominales.
El escenario ya no es el mismo del 2022, pero en la última elección local que se disputó en Tamaulipas -la de la gubernatura-, la alianza de Morena, PT y el Partido Verde sacó más votos en 18 de los 22 distritos electorales de la entidad.
Con ese antecedente sobre la mesa, en los cuartos de guerra de la 4T saben que no es descabellado repetir un escenario similar, aunque para eso, claro, necesitan elegir buenos candidatos y planchar bien los acuerdos entre las diferentes tribus que se disputan el control político de sus territorios.
Por lo pronto, las votaciones del 2022 sirven como guía para dimensionar el peso político de una alianza y la otra en cada distrito.
Hace dos años, cuando Américo Villarreal Anaya se alzó con el triunfo, Morena, PT y el Verde ganaron sin problema en los cuatro distritos de Nuevo Laredo con diferencias sólidas.
Esta circunstancia también refuerza la percepción de que Carmen Lilia Canturosas no tendría mayor problema para ganar la reelección.
Lo mismo ocurrió en los tres distritos de Reynosa, donde AVA venció sin problemas al “Truko”.
Aún con mayor diferencia resultaron los distritos de Río Bravo y Valle Hermoso, y ni hablar de los de Matamoros donde en algunos casos como el distrito 10 la diferencia fue de 2 a 1.
También en el distrito más poblado del estado -el 13 de San Fernando- la alianza de la 4T ganó sin problemas por casi 15 mil votos de diferencia.
En los dos distritos de Victoria el triunfo también fue contundente.
En la región sur las cifras se cerraron.
La alianza del PAN, PRI y PRD ganó de manera contundente en los distritos 16 y 17 de Xicoténcatl y Mante; y en el 22, que corresponde al sur de Tampico; en el 20 de Ciudad Madero la diferencia fue mínima.
En cambio el 18 y 19 de Altamira fueron para Morena, y sorpresivamente también el 21 de Tampico.
Queda claro que la elección del 2022 tuvo sus particularidades y que han pasado dos años desde entonces, pero la estadística coincide con la percepción generalizada y las encuestas que circulan desde hace semanas: si la 4T logra una operación política eficiente, con una selección de candidatos inteligente, tiene a la mano la mayoría en el Congreso.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES




