El bajo nivel del sistema lagunario, provocado en parte por el exceso de lirio acuático, afecta actualmente a más de 700 pescadores y sus familias.
Uno de ellos, Maurilio Ortega Meza, quien vive en la colonia Morelos de Tampico, comentó que al haber bajo nivel, los más dañados son los motores de sus lanchas.
Dijo que muchos brazos de lagunas están tapados por esa planta por lo que resulta difícil navegar por los mismos.
“Se nos friegan los motores y la pesca también disminuye porque baja mucho el nivel, ya tenemos tiempo batallando con eso, cuando llueve baja tantito el agua pero después es puro batallar”, destacó.
“Los motores son los que se nos dañan, batallamos mucho para salir, para entrar, por ejemplo en Altamira ya no se puede llegar porque está muy bajo el nivel, para venir a pescar tenemos que arrastrar la lancha como cien metros en puro lodo”, indicó.
Dijo que un motor nuevo les cuesta de 80 mil a 100 mil pesos y las reparaciones les salen en 4 mil, 5 mil pesos.
También les afecta el escaso producto en las diferentes lagunas.
Por ese motivo, se han estado sumando a los trabajos de retiro del lirio que ha invadido el sistema lagunario.
Por su parte, Rosa Cabrales Gutiérrez, pescadora del río Tamesí, mencionó que en la reparación de su motor tuvo que gastar 15 mil pesos, los cuales cubrió con recursos del programa BIENPESCA.
Dijo que en la ribera del río Tamesí hay más de 300 familias afectadas por los bajos niveles.
Labora en la pesca para ayudar a su familia a salir adelante.
Benigno Solís/La Razón