CD. VICTORIA, TAM.- Aunque la sequía a golpeado fuertemente al campo tamaulipeco, otro problema más se les agrega a los productores, principalmente de pequeña escala y que siembran de 5 a 10 hectáreas en diferentes regiones del Estado.
Es el llamado “coyotaje”, término que de acuerdo a la Asociación de Academias de la Lengua Española se traduce en en “acaparamiento de productos para luego venderlos en época de escasez a un elevado precio”.
Y es que son algunos oportunistas que les compran sus productos a precios muy por debajo de lo establecido y lo revenden de un 300 a un 600 por ciento fuera del área donde se consiguió.
En Llera, don Valentin Morales siembra maíz en un total de 8 hectáreas de su propiedad, donde su utilidad es para autoconsumo y también para uso comercial.
Pero es en este último rubro donde la situación se vuelve compleja, puesto que lo poco que cosechó para comercializar, lo vendió a terceros a 9 pesos por kilo, siendo aprovechado por los compradores para acomodarlo en precios muy por arriba de lo que consiguieron.
El ejemplo es en los expendios de elote que se encuentran en varios puntos de Victoria y en tianguis también, donde la pieza la están vendiendo desde meses atrás de entre los 9 a los 15 pesos por pieza.
Entonces del kilo que les vende Valentin Morales que se conforma por 3 a 4 piezas aproximadamente, sacan una ganancia de los 27 a los 45 pesos por kilo.
De Llera lo traen en costales de hasta 50 kilos, que en la última venta tuvieron un costo de 450 pesos con el proveedor, por lo que las ganancias de los revendedores suben de 900 hasta los 2250 pesos libres de su inversión.
Al respecto don Valentin señala que esto es de todos los años, una situación que no tiene regulación alguna por parte de los gobiernos en turno y que seguirá siendo aprovechada por los coyotes.
“Para que nos quede debemos de hacer a mano casi todo, el arado nosotros mismos, nada de máquinas sino que nos va a quedar”.
Por otra parte don Martín Arturo produce junto a su padre maíz y frijol, también para autoconsumo y algo de venta, son 7 hectáreas las que producen en mimos municipio de Llera.
De igual forma, señala que en ocasiones la necesidad los obliga a malbaratar su producto con los compradores que se aprovechan de su situación económica y tienen que rematar el maíz hasta el 6 pesos.
“Nosotros siempre tratamos de aprovechar tener para la familia el maíz y frijol para todo el año y ya lo que sobre pues lo vendemos, pero a veces lo poquito que uno vende la tonelada o media tonelada y cuando cae la necesidad te caen y lo pagan a 7 o hasta 6 pesos el kilo”.
🔹Mejor vendemos directo al consumidor: Santos Juan
En otras parcelas dentro de dicho municipio huasteco, está Santos Juan, quien se dedica mayormente a sembrar frijol para la venta.
Él, al contrario de algunos de sus colegas agricultores, no vende a terceros, menos a cadenas de tiendas autocomerciales que solo se dedican a denostar su trabajo con las pésimas ofertas con que a muchos compran.
“Hace dos años fue la última buena cosecha y no han regresado. Nosotros vendemos más frijol que maíz, y vendemos el kilo en 30 pesos directo al consumidor”.
“Y pues nosotros no vendemos así a intermediarios por qué luego lo pagan más barato y lo dan más caro, mejor directo al pueblo pues le saco más y también se beneficia”, dijo Santos Juan.
Su forma de comercializar el producto es casa por casa en los ejidos de Llera, ahí es donde sus ganancias se ven reflejadas sin necesidad de acudir a otros compradores que en ocasiones le dejaron más pérdidas que ganancias.
“Nosotros lo vendemos a precio de productor, porque en las tiendas lo dan de 10a 20 pesos mas caro y a nosotros le bajan hasta 10 pesos todavía, pues nombre, no es costeable, nada de tiendas grandes ni eso porque no le saco ni los gastos”.
POR ANTONIO H. MANDUJANO