La educación es un derecho humano, el cual debe ser garantizado para toda la población. En México, la Ley General de Educación (Cámara de Diputados, 2019) menciona que todos los mexicanos debemos cursar la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior.
Es por tal motivo que el Estado es el encargado de ofrecer las mismas oportunidades a todos los habitantes para acceder a dicho derecho. Donde las tareas que llevan a cabo implican proveer de servicios educativos a la población, a través de la instalación de escuelas y asignación de personal educativo.
De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A.C. (CIEP) en nuestro país el 63.2 por ciento de los mexicanos de entre 0 a 23 años estaban estudiando, ya sea en instituciones públicas (86.2 por ciento) o privadas (13.7 por ciento). Y, para 2024 los recursos financieros destinados a becas aumentaron 14.8 por ciento respecto al año anterior. Esto significa que 9.3 por ciento del presupuesto autorizado se ha de designar en el Programa de becas Bienestar Benito Juárez, para educación básica y media superior; Jóvenes Escribiendo el Futuro; y, Becas Elisa Acuña.
Pero, tal como lo menciona el CIEP la cobertura de este programa está segmentada y limitada, por lo que existen diferenciaciones derivadas del nivel de ingresos o grupos étnicos. Esto provoca que la población estudiantil que se encuentra en edad preescolar sea la menos beneficiada por este tipo de programas.
Si se aborda específicamente la edad preescolar y la asignación de becas a estos estudiantes, los datos muestran que sólo 10.1 por ciento de esta población recibió una beca. En contraste, con el resto de los grados escolares, ya que 21.6 por ciento de los alumnos de 6 a 12 años; 38.3 por ciento de los adolescentes; y, 16.8 por ciento de los jóvenes recibieron una beca por parte del Estado.
Si se lleva a cabo un análisis por nivel de ingreso para la población en edad preescolar, los datos no parecen mejorar. Para los niños que pertenecen al decil I — cuyo ingreso es de alrededor de $4,470, de acuerdo con datos del IMCO— se otorgan 13.9 por ciento. Este es el decil que mayor captación de recursos mediante becas tiene, lo cual es lógico puesto que hay mayor incidencia de la pobreza y menor cobertura escolar. Mientras que, en el decil X —aquellos cuyo ingreso es de alrededor $66,899— sólo se asignan 1.6 beca. El resto de la asignación de estos recursos se distribuyen entre los deciles II y IX, cuyo ingreso va de $7,474 hasta $33,622.
En el estado de Tamaulipas, el grueso de la población en edad escolar (39.98 por ciento) se ubica en educación primaria, donde la entrega de becas para este nivel ha sido progresiva. Mientras que, aquellos alumnos que se encuentran en el nivel preescolar, representan 11.06 por ciento de la población estudiantil en el estado —102,311 niños preescolares— y son quienes menores apoyos, a través de beca, reciben.
Esta radiografía educativa muestra que aún hay mucho por hacer y que los esfuerzos que hasta ahora ha hecho el Estado parecen ser oportunos. No obstante, es necesario que los recursos destinados para la educación en México sean más equitativos y apoyen a todos los niveles de educación, para que el futuro de nuestro país se apoyado desde edad temprana.
Contar con niveles de educación desde pequeños es muy oportuno para desarrollar una cultura financiera adecuada, lo que se traduce en el cuidado y conocimiento de nuestras finanzas familiares.
POR ANGÉLICA GONZÁLEZ