CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En el primer minuto de este viernes 9 de febrero, Francisco Noriega Orozco asumió la titularidad de la Auditoría Superior del Estado (ASE), pero para poder tomar posesión del inmueble tuvo que utilizar a dos cerrajeros, porque el ex auditor Jorge Espino Ascanio, se negó a entregar el edificio.
Oficialmente terminó el periodo de siete años para el que fue elegido Jorge Espino Ascanio, como Auditor Superior del Estado, quien se va en medio de críticas sobre su desempeño y por su cercanía al ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. Francisco Noriega Orozco, Auditor Interino nombrado por el Congreso del Estado, asume este cargo, en tanto no exista una propuesta que alcance las dos terceras partes de la totalidad de los diputados del Congreso.
Al filo de la medianoche, llegaron a las instalaciones de la ASE, el nuevo auditor y diputados de la bancada de Morena, quienes una vez más se encontraron con la puerta cerrada.
Noriega reiteró que a partir del primer minuto de este viernes, él asume la tarea.
“El acuerdo del 15 de diciembre de la Junta de Gobierno me nombra a partir del día 9 para entrar ya en pleno uso de las funciones, el acuerdo es claro y sobre eso estamos nosotros trabajando”, dijo. El nuevo auditor confirmó que no se oficializó el proceso de entrega-recepción, narró que tuvo contacto con Espino pero no hubo respuesta. “Después de haber estado en las instalaciones por parte del equipo de entrega recepción al final hay un informe, unas carpetas con las relaciones de formatos en cuanto a lo que se entrega, no tenemos esos documentos”, reiteró.
Noriega desde ahora, asumirá la responsabilidad de revisar las cuentas públicas, pues queda una carga importante de trabajo pendiente, correspondiente del ejercicio fiscal 2021, además de las que ya se entregaron al Congreso y que deberán ser dictaminadas próximamente.
“Nosotros podemos tener acceso a la información, a los expedientes, prácticamente hasta el día nueve que entremos y a partir de ahí sí ya tener acceso”, comentó la semana pasada el Auditor Interino.
Jorge Espino fue designado titular de la Auditoría Superior el 9 de febrero del 2017, contando con el respaldo de 30 diputados del PAN, PRI, PANAL, PVEM, MC y Morena, mientras otros seis votaron en contra, entre ellos, los priistas Alejandro Etienne Llano y Rafael González Benavides.
El tema de su profesión fue uno de los puntos que desde un principio causaron suspicacia, es Ingeniero Mecánico Electricista, graduado de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Por esta razón, se tuvo que modificar la ley para que pudiera asumir la titularidad de la ASE.
La mayoría de Morena en el Congreso del Estado retomó el tema al final de la gestión de Espino Ascanio, al que también le echaron en cara su cercanía con el ex mandatario reynosense.
Por ejemplo, de los 57 informes del año 2022, elaborados por la Auditoría y entregados al Congreso de Tamaulipas, se levantaron 425 observaciones a 18 municipios, con observaciones por 85 millones 987 mil pesos en rubros como contratos de obras públicas, servicios, arrendamientos y el uso de los recursos públicos.
Estas cifras contrastan con la manera en la que la ASE reportó el manejo de los organismos estatales en los informes individuales correspondientes al último año de la administración estatal anterior. El Auditor Jorge Espino Ascanio entregó 29 informes de organismos públicos del estado, en los que no informó sobre ninguna irregularidad.
Entre los entes fiscalizados en esta entrega se encuentran el DIF Tamaulipas, el Centro Regional de Formación Docente e Investigación Educativa (CRETAM), la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas, la Comisión de conciliación y arbitraje medico, el Cotacyt, el Instituto de la Juventud, el Instituto de las Mujeres y el Instituto de Transparencia, entre otros.
En la gran mayoría de estos casos, el dictamen proporcionado por la ASE concluyó que “los resultados obtenidos en los procedimientos desarrollados fueron a juicio de esta Auditoría satisfactorios, por lo que no fue necesario promover acciones”. En la recta final de la gestión de Espino Ascanio, la Comisión de Vigilancia de la Auditoría llamó al Auditor y se le solicitó entregar los papeles de 35 cuentas públicas del 2021 que presentan observaciones, sin embargo, el funcionario se amparó para no entregarlas, señalando que no estaba obligado a ello.
Tras citarlo en varias ocasiones, en muy pocas asistió, Espino Ascanio solicitó que las mismas fueran reservadas para que no se transmitieran y no se violentara el proceso, según explicó.
Finalmente, los diputados accedieron a la citada información, aunque señalaron que deberían revisar la información a detalle y en sesión de la Comisión de Vigilancia se aprobó un dictamen suspensivo, es decir una prórroga, para la revisión de los informes entregados por la Auditoría Superior del Estado.
“Con la finalidad de que la comisión dictaminadora se allegue de los elementos necesarios, a fin de normar su criterio y emita un juicio de valor, autoriza prórroga, por el tiempo que sea necesario para la presentación del dictamen definitivo, respecto de los 145 informes individuales de las cuentas públicas”.
Aunque los organismos aún tienen tiempo para solventar observaciones, muchos de ellos ya no se encuentran en funciones, pues se trata de dependencias ligadas al pasado gobierno estatal panista. Hasta el final, Espino Ascanio se resistió a dejar el cargo. En la sesión del 15 de diciembre del Congreso, se propuso primero como Auditor interino a Óskar López Meléndez, sin embargo, aunque en sesión de la Comisión se dictaminó como viable, una vez en el Pleno, no alcanzó la mayoría en la votación.
Ante ello, a propuesta de la Junta de Gobierno, se tomó protesta en sesión de la Diputación Permanente al Economista, Francisco Noriega Orozco, sin embargo, al tratar de iniciar con el proceso de entrega-recepción, encontraron las oficinas de la Auditoría Superior del Estado, cerradas con llave, bajo el argumento de que estaban siendo fumigadas, con lo que Espino Ascanio buscaba ganar tiempo para el amparo promovido.
Después de una intensa batalla legal, la revocación de un amparo, finalmente obligó a Espino Ascanio a iniciar el proceso de entrega-recepción del órgano fiscalizador, aunque éste finalmente no se concluyó.
Por Perla Reséndez
Expreso-La Razón