Frida Rosas, una experimentada azafata y autora, compartió en el Podcast de Pepe&Chema una experiencia que parece irreal. Rosas, cuya carrera despegó en 1998 en Lima, Perú, ha acumulado anécdotas insólitas a lo largo de sus años surcando los cielos, pero ninguna tan impactante como la que involucra a un pasajero inusual a bordo de un vuelo; su relato se volvió viral.
La trama se centra en un señor y sus hijos, quienes, determinados a cumplir un último deseo, embarcaron a su padre fallecido en una aeronave. Con la estrategia meticulosamente planeada, el difunto, sentado en una silla de ruedas y cubierto por una manta, parecía simplemente estar dormido. Acompañado por sus hijos, uno a cada lado, el grupo logró sortear los controles de seguridad y aduaneros sin levantar sospechas.
¿Cómo descubrieron que el señor a bordo del vuelo estaba muerto?
Sin embargo, a medida que el vuelo avanzaba, una sensación de inquietud comenzó a invadir a la tripulación. La jefa de cabina, alertada por algo que no encajaba, instó a sus compañeros a investigar. La revelación fue escalofriante: al levantar la manta, descubrieron que el pasajero no estaba dormido, sino que había fallecido, con la palidez de su rostro y sus ojos abiertos sellando la verdad.
¿Por qué pusieron a un señor sin vida en un vuelo?
Rosas especuló que la familia, movida por el deseo de llevar a su ser querido de regreso a su país de origen, había orquestado este sombrío viaje a 35 mil pies de altura. En los comentarios, muchos aseguran que les parece increíble que algo así haya ocurrido, un usuario sostuvo que a una tía suya la pasaron así de Laredo, Texas, a Nuevo Laredo, México. Otros más expusieron que tal vez ambas cosas sean reales, pero que en la actualidad es casi imposible que se repitan.
Frida Rosas, cuyas experiencias han sido inmortalizadas en su libro «Aeromoza: historias de aviación». En el podcast de Pepe&Chema compartió algunas de ellas, pero sin duda todas son muy interesantes, además de que ella estuvo en varias áreas, como seguridad, protocolo y finalmente como azafata.