El 8 de febrero se difundió la entrevista que Vladimir Putin, presidente de Rusia, le concedió al comentarista político Tucker Carlson. La entrevista es histórica y de enorme relevancia por varios motivos.
Fue la primera entrevista concedida a un periodista occidental, en este caso norteamericano, desde el inicio del conflicto internacional en Ucrania en febrero de 2022. En ella el mandatario ruso pudo explayarse, durante más de dos horas, sobre la visión rusa del conflicto en un estilo mesurado, sencillo y directo, en momentos hasta jocoso.
Lo que dijo Putin contradice mucho de lo que han declarado los políticos y medios occidentales. En pocos días las vistas del video sumaron más de 16 millones en el canal de Carlson; 185 millones en Twitter (X); más de 12 millones en un canal ruso; otros millones han visto traducciones a otros idiomas, incluido el español. Además, hay miles de videoclips que muestran los segmentos de la entrevista de mayor interés para diversos públicos.
Tucker Carlson, el entrevistador, fue entre 2016 y 2023 el más destacado comentarista de Fox News, el principal medio de difusión entre los simpatizantes de la derecha y la ultraderecha republicanas. Cada emisión de Carlson era vista por unos tres millones de personas en promedio. Los ingresos del comentarista alcanzaban los 50 millones de dólares anuales.
Carlson ha sido cercano a teorías de conspiraciones referidas, por ejemplo, a naves extraterrestres ocultas por el gobierno; el ataque a las torres gemelas en el 2001; las vacunas obligatorias; o el uso de las máquinas de votación Dominion para hacer fraude electoral.
Sobre este último asunto en 2023 la cadena Fox tuvo que pagar 787.5 millones de dólares a Dominion por difamación y una semana más tarde despidió a Carlson.
Pero Carlson reapareció semanas después con su propio canal en Twitter recuperando con todavía mayor independencia su anterior popularidad. La entrevista con Putin lo ha catapultado a una fama que seguramente ni el mismo en sus más audaces expectativas podría haber sospechado.
Sin embargo, el verdadero gran ganador de la entrevista ha sido Putin que pudo hacer resonar su voz hacia un enorme público occidental que le había sido vedado por los grandes medios. Poco de lo que dijo fue novedoso, pero fue contundente y el análisis de la entrevista merecería un enorme espacio. Hay que verla. Aquí señalo algunos de sus mensajes principales.
La causa fundamental de la invasión a Ucrania fue la expansión de la OTAN en cinco oleadas sucesivas hasta llegar a los límites de Rusia y en cada fase Putin advirtió que eso era inadmisible para Rusia.
Eso ocurrió a pesar de que, a cambio de permitir la reunificación de Alemania, Estados Unidos se comprometió a que la OTAN no se expandiría en dirección a Rusia.
Finalmente la decisión de integrar a Ucrania y Georgia a la alianza militar antirrusa fue la gota que derramaría el vaso. Estados Unidos propició en 2014 el golpe de estado de Maidan en contra del gobierno pro ruso y se inició una larga y sangrienta guerra civil entre el gobierno central y las provincias de mayoría ruso parlante.
Los acuerdos de paz de Minsk, garantizados por Alemania y Francia, habrían de garantizar los derechos de los hablantes de ruso y cierto grado de autonomía a las provincias donde son mayoría.
Pero no se cumplieron; los jefes de estado de Alemania (Merkel) y Francia (Hollande) admitieron abiertamente que fueron un engaño para ganar tiempo mientras se fortalecía militarmente al gobierno de Ucrania. A las pocas semanas de la invasión rusa en febrero de 2022 se estuvo a punto de concluir un tratado de paz con el gobierno de Ucrania y como muestra de buena voluntad, y a petición de Francia y Alemania, el ejército ruso se retiró de posiciones ya muy cercanas a Kiev, la capital del país.
Sin embargo, el gobierno de Ucrania aprovechó para desechar el acuerdo de paz. Occidente la convenció de que tendría todo el apoyo necesario para derrotar a Rusia. El trasfondo es que cuando Rusia se volvió capitalista creyó que eso marcaba el fin del conflicto ideológico y podría ser parte de occidente, se integraría a Europa e incluso pidió ingresar a la OTAN como parte de un acuerdo de seguridad integral.
En pláticas directas con Bush y Clinton se plantearon acuerdos posibles que posteriormente fueron desechados por propios equipos. Putin considera que fue engañado en múltiples ocasiones y fue muy ingenuo. Hablando del presente, Putin señaló que Estados Unidos comete un enorme error estratégico al emplear el dólar como arma en sus conflictos externos; sanciona a sus adversarios congelando sus activos en dólares e impidiendo que utilicen esa moneda en sus transacciones.
El resultado es una desconfianza creciente hacia el uso de esa moneda. Hasta el 2022 el 50 por ciento del comercio externo de Rusia era en dólares; hoy es el 13 por ciento. El comercio en yuanes era el 3 por ciento; hoy alcanza el 34 por ciento y otro tanto se realiza en rublos.
Pensaron, dijo, que al impedirnos comerciar en dólares se desplomaría nuestra economía, pero lo cierto es que Estados Unidos aniquila su propia moneda. Tucker consideró que en los acuerdos comerciales y financieros con China muchos países cambian un poder colonial por otro. Para Putin esos son cuentos para asustar niños.
Somos vecinos de China, compartimos más de mil kilómetros de frontera y tenemos una experiencia de siglos de coexistencia pacífica. La filosofía de política exterior de China no es agresiva; siempre buscan la negociación y el acuerdo. Estados Unidos se daña a si mismo al limitar su cooperación con China.
Carlson preguntó cuál sería la alineación de países en un mundo dividido entre países del grupo BRICS y los del G7. Putin respondió que el cerebro humano tiene dos hemisferios cada uno responsable de un tipo de actividades; pero son una unidad en la misma cabeza. El mundo debe ser una unidad integrada, con seguridad para todos; es el único escenario donde el mundo puede ser estable, sustentable y predecible.
Tener la cabeza dividida en dos es una enfermedad seria. Ese es el tipo de enfermedad por la que atraviesa el mundo en la actualidad. Lo importante de la entrevista es que por vez primera el gran público norteamericano y mundial pudo enterarse, masivamente y de manera directa, de la perspectiva rusa sobre el conflicto ucraniano y el pensamiento de Putin.
Y la reacción del público mundial y en particular occidental ha sido contundente en su interés por tener acceso y, tal vez, comprender la perspectiva del adversario. A lo que no ayudan los grandes medios.
El impacto ha sido enorme y ha creado un gran desconcierto, rabia e incluso temor en los políticos y medios occidentales. Se le crea o no a Putin, hay un profundo resquebrajamiento del control occidental sobre los mensajes que llegan al público masivo. La respuesta contra la entrevista multiplica todavía más el acceso masivo a la controversia mediática. Carlson es vilipendiado como traidor o ingenuo.
Hillary Clinton, por ejemplo, lo califica de “idiota útil”. Él se justifica en aras de buscar la verdad haciendo uso del derecho a la libertad de expresión. En contra de las abundantes descalificaciones otros consideran que Carlson hizo una substancial contribución en favor del dialogo entre Rusia y occidente y, posiblemente, al fin del conflicto.