Los seres humanos somos gregarios, esto es, necesitamos vivir en sociedad, para poder subsistir, en soledad, aislados de los otros no podríamos subsistir, en esas condiciones somos los seres más incapaces e indefensos.
La sociedad más natural y básica es la familia, pero también nos asociamos con fines religiosos, para producir bienes y por supuesto con fines políticos. En este proceso hemos desarrollado un concepto que nos indica quienes somos y cual es nuestro rol en la sociedad; el del ciudadano, éste se desarrolló en la antigua Grecia donde en el que “los ciudadanos” eran aquellos que tenían derecho a participar en los asuntos del estado, sin embargo, aquí no se incluía a los esclavos, las mujeres o los extranjeros que se encontraban en alguna de las Polis o ciudades.
A aquellos privilegiados que tenían una ciudadanía se les consideraba buenos ciudadanos si participaban activamente no solo en ejercer sus derechos, sino principalmente cumplir con sus responsabilidades.
En México, el 12 de febrero de 1947, durante la gestión del presidente Miguel Alemán Valdés, se reformó el articulo 115, fracción I, de la Constitución Federal, para establecer la participación de las mujeres mexicanas en las elecciones municipales, concediéndoles el derecho de votar y ser votadas, en igualdad de condición y el 17 de octubre de 1953 se emitió el decreto, por iniciativa del entonces Presidente de la República Adolfo Ruiz Cortines, para reformar el artículo 34 de la Constitución Federal, en donde se reconoció la igualdad de derechos de la mujer frente al hombre.
Por otro lado la Constitución de 1917 a pesar de su esencia social, no evitó que la existencia de los pueblos indígenas y sus derechos quedaran fuera de sus normas, no obstante que en aquel entonces la mayoría de la población mexicana en esa época era indígena y la revolución que hizo posible la instalación del Congreso constituyente para crearla fue el sector más activo, no fue hasta el 28 de enero de 1992 en que se volvió a reformar la Constitución federal para incluir en ella una norma declarativa de la pluriculturalidad de la nación mexicana, con base en la presencia originaria de los pueblos indígenas, que incluían unos derechos culturales que nunca se reglamentaron.
Dos años más tarde estalló el levantamiento indígena en Chiapas que obligó al gobierno a firmar unos acuerdos sobre Derechos y Cultura Indígena, cuyo contenido debió integrarse a la Constitución, pero que fueron modificados sustancialmente por el Congreso y las controversias presentadas ante la Suprema Corte de Justicia fueron desechadas. Actualmente el articulo 34 establece: Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: I. Haber cumplido 18 años, y II.
Tener un modo honesto de vivir. Así de simple y amplia. El haber llegado a esa definición costó a muchos mexicanos muchas luchas y hasta vidas. El ser ciudadanos mexicanos nos permite convivir en paz, armonía y buscando el bien común de las personas, ser ciudadano nos da derecho de: Expresar de manera pública su opinión, sus acuerdos y desacuerdos, derecho de establecer empresas y, de tener y mantener empleos que les permitan desarrollarse como de recibir servicios escuelas y vacunas para sus hijos, potable para sus comunidades, los servicios gratuitos de planificación familiar, con asesorías cálidas, respetuosas y confidenciales, viajar libremente por el país; de elegir el lugar en el que quieren vivir; y de viajar al extranjero viajar libremente por el país; de elegir el lugar en el que quieren vivir; y de viajar al extranjero. Tienen derecho a votar y ser votados.
Entre los principales derechos de los que gozamos en México. Pero también tenemos obligaciones respeta a los demás y a las leyes, participa con la comunidad en los proyectos de mejora, participa en los procesos de elección para determinar que personas tendrán la responsabilidad de ser autoridades en la comunidad, es ejemplo ante las demás personas de ser un ciudadano comprometido, cuida del medio ambiente, evita actitudes violentas u hostiles, concilia, es amable y amigable, Aristóteles decía que no siempre lo mismo ser un buen hombre que un buen ciudadano.
Yo creo que ser buena persona incluye el ser buen ciudadano, este año tenemos elecciones presidenciales, de gobernadores y congreso. Seamos buenos ciudadanos, acudamos a votar, informados con clara conciencia de lo que queremos para nuestro México.