MÉXICO.- Con la llegada del Covid-19 a México, en febrero de 2020, la Secretaría de Salud (SSa) promovió la Jornada Nacional de Sana Distancia, la cual era establecer un confinamiento casi absoluto para toda la ciudadanía; es decir, a menos que sea estrictamente necesario, nadie debería salir de sus domicilios para evitar conatos de contagio.
En consecuencia, millones de mexicanas y mexicanos se quedaron encerrados en sus casas, comenzaron a hacer home office (teletrabajo) y comenzaron a acudir a las escuelas y universidades apoyados de sus dispositivos móviles o digitales. Asimismo, la movilidad se restringió a nada más salir por los elementos de consumo básico a las tiendas y las actividades económicas primarias.
Perritos Covid-19
Con este mecanismo puesto en marcha, se comenzó a registrar diferentes problemas sociales al interior de las familias; por ejemplo, la violencia doméstica se disparó en casi un 200%, asimismo, las separaciones y divorcios repuntaron una vez que se abrieron los juzgados de lo familiar; sin embargo, otro miembro de la familia también cambió: el perro.
Y es que el mejor amigo del hombre cambió su comportamiento, particularmente los perritos que llegaron a nacer durante el periodo de confinamiento, por lo que existen algunas situaciones que los someten a un estrés inusual y, en consecuencia, el tratamiento para resolverlo también lo es.
De acuerdo con un estudio realizado por etólogos (científicos dedicados al estudio del comportamiento animal) de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos (EU), los perros se acostumbraron a estar en constante contacto con los humanos, por lo que les parece natural esta convivencia tan cercana; sin embargo, con la llegada de la “nueva normalidad” y la reactivación de las actividades sociales, ahora los cachorros se enfrentan a un nuevo tipo de ‘soledad’.
La ansiedad en perritos
Con el regreso a los centros de trabajo, a las clases presenciales y la reactivación de la vida nocturna, ahora los perros deben acostumbrarse a estar solos, por lo que manifiestan signos de estrés y preocupación, los cuales pueden hacer enojar a sus dueños y generar ambientes incómodos para la vida entre el hombre y el perro. Los síntomas que manifiestan son:
- Tu perrito o perritos lloran mucho cuando sales de casa
- Orinan o defecan en lugares indebidos
- Se niega a comer
- Hace mucho ruido
- Difícilmente se calman
- Rompen cosas
Cabe recordar que todos estos patrones deben ser recientemente adquiridos, es decir, que no se manifestaran antes o durante el comportamiento, ello para deducir si se trata de estrés post Covid-19 o no.
Al respecto, María Emilia Beyer, directora de Universum, Museo de las Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), emitió algunas recomendaciones para evitar que al guardián de la casa siga manifestando este tipo de ansiedad.
Recomendaciones
Una de sus primeras estimaciones fue recordar que, instintivamente, los perros viven en manada, pues defienden de los lobos, y la reducción de los miembros de la manada puede asustarlos, por lo que, ante el regreso a la vida social, Bayer sugirió:
- No despedirse de manera exagerada de los perros. Ellos podrían interpretarlo como un signo de que en breve se quedarán solos.
- No exagerar al momento de regresar a casa. Los perros interpretan como un refuerzo de que la separación fue terrible y necesitan ser recompensados.
- No recomendó dejar encendida la TV o la radio. El tipo de sonido que pueden transmitir estos aparatos pueden engañar a los animales.
- Recomienda dejar elementos para que los perros puedan estar entretenidos. Esto mantendrá distraído al perro durante la ausencia-.
- Hacer ejercicio. Cansar al perro antes de que salgas de tu asa puede ayudar a que se relaje después de dejarlo solo.
Finalmente, la UNAM recomienda que si después de llevar a cabo estos procedimientos, el perro continúa con actitudes inusuales, pueden acudir a la Universidad a consulta con un etólogo.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO