Su estilo para dar las noticias, ha marcado generaciones enteras, y es que José Dolores Cortazar López, se convirtió en la voz de la noticia en Victoria, durante 35 años encabezó los noticieros de Televisa.
El pasado 28 de Enero, informó una noticia que impactó mucho, esta vez, no lo hizo frente a la cámara, no fue adelante de las lámparas de luz blanca del estudio de televisión, tampoco había “chicharo” en su oído o micrófono en la solapa de su saco, esta vez, la noticia la escribió desde su celular: “ALGÚN DÍA TENÍA QUE OCURRIR.
Y fue este 25 de enero de 2024, mi última transmisión de Noticieros en la Televisión de Victoria. Todo inició en Monterrey, en 1989, después de trabajar dos años en la Agencia Notimex….”.
A unos días de compartir la noticia, revela en “La Charla Con Dani” que “Uno está acostumbrado a un trabajo que te apasiona, lo impactante fue no haber tenido la oportunidad de despedirme del noticiero, fue muy rapido todo…” “…Hay que entenderlo, esto ya había pasado antes y así es.
El problema es que Televisa Victoria tiene una repetidora, no es un canal local como Matamoros y Tampico, esos factores siempre han influido, por eso no me extraña lo que paso ahora”. “Usé las redes para despedirme de tanta gente que me favoreció por tantos años, siempre he admirado mucho al auditorio del centro de Tamaulipas, la televisión me ha ayudado para servir, para brindar un apoyo a quien lo necesita. Me siento muy orgulloso y satisfecho de haber trabajado activamente 35 años en la televisión de Victoria”.
NACÍ EN TAMPICO Y CRECÍ EN VICTORIA
Aquel día de 1990, cuando llegó de Monterrey a trabajar a la televisora, no fue la primera vez que estuvo en la capital de Tamaulipas, eso ocurrió mucho antes. “Yo soy originario de Tampico, nací en 1956, tengo 67 años, estoy muy orgulloso de ser tampiqueño y llegar a Victoria cuando tenía ocho años, llegamos aquí por que mi padre trabajaba en las legendarias Farmacias Del Fénix y le ofrecieron venirse a Victoria”.
“Nos vinimos en tren, un tren muy confortable, era muy familiar el ambiente, cuando llegamos a Victoria fue impresionante ver la Sierra, no la conocíamos, conocíamos el mar, pero las sierras no, nos sorprendimos…”.
A pesar de los bonitos paisajes, confiesa que difícil la adaptación y que extrañaban a la familia, pero también algunas cosas como la comida e incluso hasta el agua.
“Vivimos en el Diez Guerrero y Bravo, sí fue difícil, por ejemplo, acostumbrarnos al agua, en Tampico era agua de botellón, aquí nos prendíamos de la llave pero no nos gustaba, mi abuela nos tenía muy chiflados, nos mandaba agua y productos a los que estábamos acostumbrados como la carne, los envíos eran por conducto de la camioneta de El Sol de Tampico”.
¿Problemas de identidad? Para nada, él lo tiene muy claro: “Si me preguntan de dónde soy, yo digo que soy de Victoria por que amo Victoria, pero si me preguntan dónde nací, digo Tampico, a mucha honra”.
“LOLO’S MUSIC” HIZO HISTORIA
“Pepe” decidió estudiar Psicología y se mudó a Monterrey para hacerlo en la Universidad de Nuevo León, mientras estaba ahí, recibió una noticia que lo sacudió, su padre había sido despedido por las farmacias El Fenix. “Fue un espacio no tan agradable, mi padre tuvo que poner una farmacia y sacar adelante a la familia, eso me impactó, ahí se me prendió el foco, allá en Monterrey había visto un Sonido que se llamaba “Black Heart”, en un salón que se llamaba “La Cueva de los Leones”, muy cerca de “El Volcán”, el Estadio de Tigres…”.
“…Me gustó tanto que cuando me vine a Victoria le dije a mi padre que quería hacer un paréntesis en mis estudios, para poner un negocio de sonido, batallé pero me terminó prestando dinero del que traía de su liquidación”. “Lolo” fue a Estados Unidos, compró grabadoras de carrete, amplificadores, las bocinas las mandó a hacer en Monterrey y se las trajo en en tren, estamos hablando de 1976, así comenzó Lolo´s music, el primer sonido de mñusica grabada con un show de luces que tuvo Victoria.
Sus primeros contratos fueron en las escuelas, en el Campestre, en el Casino Victorense, el Casino Tamatán y el Ganadero, tocaba en quinceañeras, bodas o fiestas, ponía de todo en las grabadoras de carrete y usaba la mezcladora”. “Dejé de estudiar para dedicarme al negocio, le pagué a mi papá y me regresé a estudiar, mis hermanos se quedaron con Lolo’s Music”
A LO QUE SIGUE
“Lolo” no se dobla, con los años, ha aprendido a reflexionar, respirar y seguir adelante. Hoy disfruta de la vida, de pescar con sus hijos y su nieto, de un buen café, una platica, montar a caballo, escuchar a sus Rolling Stones o una pieza de Tango como las que tanto disfrutaba junto a su madre. Y sin duda no se alejará de la apasionante y a veces obsesiva labor de comunicar, por que como dijo un día el famoso escritor argentino Julio Cortázar “Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo”; por que el show debe y va a continuar.
POR DANIEL RÍOS