Aunque desde hace varias semanas la definición estaba resuelta, Morena confirmó oficialmente que los candidatos con los que el partido disputará los ayuntamientos de Tampico y Altamira serán la regidora Mónica Villarreal y el alcalde Armando Martínez.
Como se esperaba, la exedil tampiqueña dejó en el camino a la diputada Úrsula Salazar, quien reconoció que los esfuerzos que realizó para ganar la encuesta fueron insuficientes y anunció que se sumará al proyecto de la hermana del gobernador.
La designación de Martínez Manríquez, en cambio, no fue sorpresiva, ninguno de los aspirantes a la candidatura disponía de la fuerza para vencer al jefe edilicio que ahora tiene libre el camino para pelear la reelección frente a Miguel Gómez Orta, el precandidato de la alianza PAN-PRI.
Mónica, por su parte, está lista para tratar de sacar del palacio al partido albiazul, sea ante la diputada Rosa González o el legislador Edmundo Marón que se definirá en unas horas, para mucho una misión imposible.
A menos de que la conclusión del proceso selectivo del candidato a la presidencia dividiera al partido político que gobierna el puerto desde hace seis años.
En ese eventual escenario electoral, por otra parte, tras varios años de mantenerse alejado de los reflectores, el ex alcalde de Altamira, Juan Genaro De la Portilla, parece que quiere culminar su carrera de servidor público como la inició, haciendo ruido y acaparando la atención de la clase política.
El problema es que como ahora los protagonistas de la
competencia, unos son sus amigos, otros familiares, no podrá apoyarlos a todos al mismo tiempo. Su discípulo Gómez Orta, buscará la alcaldía con las siglas del PAN, Juvenal Hernández, se mudó a la 4T y su hijo Esteban peleará la presidencia por el MC.
Pese a que la experiencia aconseja que debiera sumarse al bloque opositor, que es el de mayor peso, Genaro respaldará a su hijo, a sabiendas de que en esa posición a lo más que podría aspirar es a terminar su trayectoria con una derrota.
Habría sido más redituable que el nativo de Lomas del Real buscara una candidatura de diputado para su vástago, dejar que Juve se perdiera en sus caprichos personales y pedir a los simpatizantes que aún le quedan empujar a la bandera de la oposición a cambio de algunas regidurías.
De lo contrario, su participación en la actual jornada electoral no pasará de una triste anécdota de despedida.
Para concluir, según la encuesta más reciente sobre la disputa de la alcaldía de Madero el candidato del partido guinda, Erasmo González, tiene 42 por ciento de las preferencias, mientras su más cercano contrincante, el panista Carlos Fernández, solo 21 puntos.
Llama la atención, sin embargo, que el sondeo no haya incluido al magistrado Andrés González Galván, el virtual candidato de la coalición albiceleste.
POR JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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