ALTAMIRA, TAM.- Un caso de violencia vicaria vive la madre del joven que murió en una banqueta del centro de Altamira la semana pasada, ya que el papá no le permitía que se acercara a su hijo, incluso la tenía embargada.
“Era un joven que se encontraba en un litigio, con mucho estrés, mucha tensión y desafortunadamente un infarto lo sorprendió en la vía pública y su mamá tenía muchos años buscando recuperarlo”, comentó la abogada Nury Violeta Romero Santiago.
Dijo que la mamá del estudiante del Cobat ya tenía la custodia, sin embargo el papá no lo entregó y a pesar de que fue denunciado por la retención, la Fiscalía del Estado no hizo valer el derecho de ese menor y de la madre.
“Tenemos que ponderar el interés de ese menor y sobre todo de los adolescentes, ya que actualmente se les está yendo la vida en juzgados y fiscalías”.
La violencia vicaria, se define como aquella que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos, especialmente sus hijos o hijas, a quienes se pone en contra de la madre para causarle un daño permanente.
“En los casos de violencia vicaria es lo que está pasando, el agresor que es el papá le quita a sus hijos para embargarlas, luego utilizan al sistema para denunciar con hechos falsos para que las mamás no se puedan acercar a los menores y ellos obtener un beneficio, pero no se ve reflejado en los menores porque los traen en muy malas condiciones”.
Para Nury Violeta Romero, en este caso el agresor vicario logró el objetivo, porque quería lastimar a la mamá por completo y este agresor lo logró.
“No queremos más mamás víctimas de violencia vicaria. El papá ha solicitado beneficios para su persona cuando la mamá ha cubierto todo, vamos hacer lo que corresponda”.
Gabriel Nicolás murió el pasado viernes 1 de marzo en Bulevar Allende, casi esquina con calle Mina, se dirigía a la escuela cuando de repente se desvaneció, llegaron paramédicos del DIF, pero ya no reaccionó.
POR OSCAR FIGUEROA