Como dice la estrofa de una canción de JOSE LUIS RODRIGUEZ, EL PUMA, “Dueño de qué, dueño de nada, un arlequín que hace vibrar su piel sin alma”, pues eso aplica bastante bien a la mayoría de los políticos encumbrados, a buena parte de los que andan encampañados ya que les da por creer que son dueños de la voluntad de la ciudadanía.
Se sienten dueños de la gente, tristes políticos desmemoriados que piensan que la ciudadanía está igual o peor que ellos, que no recuerda los agravios, que han dejado en el olvido que a pesar de que el pueblo les llevó al poder, ellos, los políticos, no supieron responder y quedan mucho a deber.
La mayoría de los políticos buscan el respaldo popular, a la gente, pero solo cuando necesitan de ella, en los procesos electorales o cuando tienen urgencia de demostrar a propios y extraños que el pueblo les respalda, aunque ellos, los políticos, la gran mayoría de los que se sirven de la política, ya encumbrados ni ven ni escuchan las demandas o peticiones de la ciudadanía.
“Quiero lo mejor para mi gente”, por lo general dicen todos los candidatos a un puesto de elección popular en las campañas, luego, cuando ganan la elección, sí que cumplen con su palabra, lo mejor es para SU gente, SUS allegados, al pueblo ni migajas le dan.
Eso sí, cínicos como son, cuando las cosas se les complica en otra aventura política o la misma gestión, nuevamente recurren a el pueblo, y dicen “mi gente me respalda”, ahí se acuerdan de los ciudadanos, pero cuando están en el poder, sin complicaciones, a esa gente ni siquiera la voltean a ver, peores casos, les dan la espalda.
Otra situación, ¿por qué se aferran a decirle al pueblo “mi gente” ?, sobre todo cuando requieren el respaldo popular, lo cierto es que ya en los presupuestos ni los ven, ni se acuerdan.
Sería bueno que los ciudadanos entendamos que cuando los políticos dicen “mi gente” no se refieren al pueblo, se refieren a sus allegados, parientes, compadres, socios, cómplices, con los que comparten las mieles del poder, la generalidad de los habitantes de tal o cual municipio son solo el instrumento que necesitan para llegar al poder, suena frio, suena feo, pero así es.
Igual los políticos deben de entender que la gente no es de su propiedad, que si se les del voto de confianza es porque se espera de ellos que hagan una buena gestión, pero no está la ciudadanía para aplaudirles sino para exigirles que cumplan con su encomienda.
En fin, la situación es que, en estos tiempos de efervescencia política, unos políticos andan amenazando con la gente “que tienen”, no dicen cual, obvio se refieren a los votantes, que la verdad muchos ya ni con ellos están.
Otros aspirantes a un puesto de elección popular dicen que quieren lo mejor para su gente, tampoco dicen cual, el pueblo puede pensar que se refiere a ellos, pero cuando los encampañados ganan la elección, llega la triste realidad, lo mejor es para SU GENTE, la familia, compadres, socios, o cómplices de los encumbrados, esa es la realidad.
Por lo tanto, sería bueno que explicaran los políticos cuando dicen “mi gente” a qué gente se refieren para luego el pueblo no ande con sentimientos encontrados.
POR ROSA ELENA GONZÁLEZ
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