CIUDAD VICTORIA, TAM.- Como en pocas ocasiones, aquella callecita de tierra en una colonia al oriente de la ciudad se llenó de coches y una modesta casa se convertiría en esa fecha en una verdadera ‘cena de negros’.
Desde muy temprano, se escuchaban murmullo y golpeteo de ollas, platos. Una columna de humo se empezó a formar cuando, sobre dos blocks colocaron una parrilla y encima de ella una vaporera llena de tamales que se cocía a la leña lentamente.
La música empezó a sonar con las tradicionales mañanitas; para festejar el cumpleaños 82 de doña Monserrat, o doña ‘Monchis’ como cariñosamente le llaman sus hijos, nueras, yernos, nietos, bisnietos y uno que otro agregado a la familia.
Después de ‘embarrar’ los tamales, que era la prioridad culinaria de ese día) las hijas y nueras de doña Monchis, se sentaron a almorzar junto a la cumpleañera.
Para entonces los varones y sobrinos (ya cuarentones) ya se habían organizado para llenar dos hieleras de cervezas y comprar un montón de botanas. En tanto que los bisnietos pasaban todo el día idiotizados con sus celulares.
– Oigan – dijo Polo, el nieto mayor de doña Monchis – ¿y porque no vino el tío César? ¿ya no se junta con la chusma o que? – ¡Uy no! el ‘chicharín’ anda bien metido en la campaña de Maki y Geño, a ese no lo veremos de nuevo hasta por allá a mediados de junio – respondió el tio Carlos.
– ¡Uy pues que fea manera de perder el tiempo! esos dos ya son cartuchos quemados… – dijo Noé, el ‘cuñado incómodo’. – ¡No’mbre que te pasa! mi ‘Geño de oro’ trae bastante gente en todo el estado – soltó Diego, otro de los primos. – Pues yo no creo, en todos lados he escuchado que la raza va a votar por puro Morena, ¡y mas nos vale eh! – dijo el tío Carlos.
– ¡Achis achis! ¿y porque ‘mas nos vale’? – interpeló el ‘cuñado incómodo’. – Pues porque el gobernador es de Morena, y de seguro el alcalde la presidenta también van a ser de Morena y hay que estar bien alineados, para que no nos traten de apestados.
– No Carlitos no manches, si ya de eso estamos hasta la madre – ‘respingó’ Noé – lo que hay que hacer es sacar a Morena de ‘Los Pinos’. – Como seras baboso, si mi ‘lujo de presidente’ no vive en ‘Los Pinos’. – ¡Pues claaaro! si se instaló en un palacio, austero muy austero resultó el pelado este.
– ¡A ver, a ver! el palacio como quiera se tiene que usar, ademas mi cabecita de algodón vive en un pequeño departamentito ahí en un rinconcito, no como Peña o Fox que pa’ secarse usaba toallas de 2 mil pesos – respondió Carlos mas acalorado.
– ¡Pues claaro! y su hijo viviendo en una mansión millonaria en ‘Tecsas’ …como recompensa de ‘mocharse con los cuates’ – mencionó con sorna. – Ah pues el no tiene la culpa de que la esposa tenga lana.
– ‘Lana’ la que estan gastando a lo menso en las dizque ‘magníficas obras’. – Claro que son magníficas, y construidas en tiempo y forma por la mano calificada del ejército, no como antes que se tardaban 20 años en completar una carreterita – dijo casi gritando Carlos.
– Pues yo si creo que esas obras son lo mejorcito que se ha hecho en los últimos años – interrumpió Nepstalí, otro de los tios políticos – O díganme, ¿cuantos trenes de pasajeros tenemos? ¿son suficientes? y principalmente tu tió Noé, que eres de ‘la Naco’ y tu papá fue ferrocarrilero de los de antes. – ¡Puro mugrero! esa cosa ni sirve, pura tiradera de dinero.
– Yo no se tú pero yo prefiero que ‘se tire dinero’ en mejorar las comunicaciones a que se lo embolsen los políticos rateros – ironizó Polo. – ¡Es verdad! – dijo Carlos – de que sirvan para comprarle un yate a un neoliberal a que se lo repartan a los viejecitos, pues mejor que le caiga la pensión a mamá Monchis.
– ¿Y que tienen que ver las pensiones? esas ya no dependen del partido que gobierna, porque ya son ley constitucional – les contestó Noe extendiendo los brazos al cielo.
– Pues eso ve y díselo a tu candidata Xóchitl, que de seguro piensa quitarlas, conservadora tenía que ser ‘doña gelatinas’… ‘es un honor estar con Obrador’… La discusión se extendió mas y mas, al grado de que los gritos se escuchaban hasta la calle.
– Hubieras visto la que se armó – contaba Lorena, ex compañera de la universidad al Caminante – se dijeron de todo, se faltaron al respeto y por poco llegan hasta los golpes. – ¿Y en que acabó todo? – preguntó el vago reportero.
– Mi abuelita Monchis se levantó y les dijo “¡Se callan todos el hocico! pa’ presidentes solamente López Mateos ¡después de él todos son puros pájaros nalgones!” jajaja. Esto se va poner de a peso, ¡y las campañas apenas están tomado vuelo! Demasiada pata de perro por esta semana.
POR JORGE ZAMORA