ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- Avanza la sequía en la laguna de Champayán en Altamira, la extensión que no tiene agua continúa ampliándose.
En las inmediaciones al centro de la ciudad, se observan grandes zonas secas, mientras que el nivel del sistema lagunario es de tan solo 20 centímetros.
Pescadores del río Tamesí, revelaron que ante la falta de precipitaciones intensas, no descartan que vuelva a presentarse una crisis de agua como la ocurrida hace tres años cuando tenían severas complicaciones para cruzar la laguna por el bajo nivel.
“Desafortunadamente la laguna sigue descendiendo, pues no sabemos qué es lo que va a pasar de no caer precipitaciones, necesitamos, aunque sean leves para amortiguar el descenso», mencionó el pescador del ejido Martín A. Martínez, Teodoro Bautista Zuñiga.
Expresó que es alarmante la situación en la que se encuentran, mientras que las probabilidades de lluvias para las siguientes semanas son mínimas.
“Todo está encaminado a una crisis de agua verdaderamente mala para el sector agrícola y ganadero. Todos estamos en una expectativa sobre lo que vaya a suceder ante la falta de lluvias”.
Reconoció que los trabajos de desazolve realizados desde el año pasado han servido para garantizar el suministro de agua potable.
La semana pasada, la Secretaria de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas actualizó el semáforo del cuidado del agua y la zona conurbada quedó en color rojo.
La dependencia detalló que 29 municipios de la entidad están en color rojo y 14 están en color amarillo.
En las zonas en color rojo, se deben implementar medidas que garanticen un uso correcto del agua, además de sancionar a quien la desperdicie.
Para el integrante del Consejo Ciudadano del Agua del Estuario del Río Pánuco, José Luis de León Hurtado, existe una amenaza nuevamente para que se presente el ingreso de agua salada al sistema lagunario del sur de Tamaulipas.
“No queremos que pase eso, hay que pedir transparencia a los organismos operadores del agua, pero también actuación, ellos necesitan estar inspeccionando para detectar posibles fugas de agua dulce, pero también posible inclusión de agua salina”.
Por. Óscar Figueroa
Expreso-La Razón