La candidata presidencial de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, Claudia Sheinbaum, vino a poner orden, calmar pleitos internos y a afianzar la percepción de que su sólida ventaja en las preferencias electorales es innegable.
Con los eventos realizados ayer en la frontera de Tamaulipas con Texas, la candidata presidencial de la coalición Morena-Verde-PT, Claudia Sheinbaum mostró sus fortalezas en esta campaña.
La abanderada del bando oficialista tuvo una visita fructífera a la entidad y, además, muy tranquila, considerando que las ciudades en las que estuvo se ubican en una zona geográfica más convulsa.
Políticamente, la presencia de Claudia vino a calmar los ánimos belicosos de algunos actores que en los últimos días estaban muy activos, tratando de buscar opciones para llevar las contras a adversarios internos más que a los de enfrente, como en Matamoros, Reynosa y hasta Ciudad Victoria.
En esas localidades, el caos provocado por las designaciones de candidatos se reflejaba en un ánimo de desconcierto entre los seguidores de los ganadores, los perdedores y los que no querían a los abanderados.
Pero como sucede siempre, previo a la llegada de la candidata presidencial era necesario mostrar unidad hacia afuera y trabajar en la solución de los conflictos generados por la falta de habilidad política del enviado de Mario Delgado a Tamaulipas, Mario Llergo.
En sus eventos de Reynosa, Matamoros y Río Bravo, Claudia estuvo acompañada por varios de los candidatos de la coalición que buscan las diputaciones federales y senadurías, como “El Geño”, Maki Ortíz, José Ramón “Jota Erre”, Adrián Oseguera, Mario “La Borrega” López y Olga Patricia Sosa, entre otros.
La primera gira de Sheinbaum como candidata presidencial estuvo marcada por la tranquilidad en las ciudades que visitó, pero también sirvió para mantener los ánimos calmados y reforzar la confianza en un eventual triunfo el 2 de junio.
También vino a reafirmar que la Cuatroté echará mano de sus aliados para tratar de ganar la senaduría de primera minoría con el objetivo de cumplir con el llamado “Plan C”, que consiste en tener la mayoría calificada en las dos Cámaras para poder hacer los cambios constitucionales que Andrés Manuel no ha conseguido.
MÓNICA, LA PRIMERA REGISTRADA
Este miércoles por la tarde, Mónica Villarreal Anaya acudirá a las instalaciones del Consejo Municipal del Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam), para registrarse como candidata a la Alcaldía de Tampico por la coalición “Sigamos Haciendo Historia”.
La hermana del gobernador será la primera interesada en solicitar su registro como aspirante, atendiendo los tiempos establecidos por el organismo local electoral.
Se espera que el acto sea muy concurrido, tomando en cuenta que Mónica es una persona conocida en los altos círculos sociales del puerto, aunque también se estima que una buena cantidad de gente de las colonias populares acuda a brindarle su respaldo.
Por supuesto, en el mismo partido se da por hecho que la otra aspirante que participó en la encuesta, la diputada Úrsula Salazar, acompañe a Villarreal Anaya en su registro y hasta que ande por ahí Sabrina Morales, candidata a diputada local y aliada de Úrsula.
Por cierto, no se tiene todavía fecha probable para que hagan lo mismo Rosa María González Azcárraga, candidata del frente “Fuerza y Corazón” por México al mismo cargo o Amalia Ávalos, de Movimiento Ciudadano.
MAYNEZ SE HUNDE CON MC
Jorge Álvarez Maynez, el ex de todos los partidos antes de llegar a Movimiento Ciudadano y hoy su candidato presidencial emergente, está haciendo su trabajo de acuerdo al guion prestablecido: No hay día en el que no dirija ataques a la candidata del frente opositor, Xóchitl Gálvez.
El diputado zacatecano un día sí y otro también, cumple puntualmente con su encomienda de desgastar la imagen de la abanderada del PAN-PRI-PRD, ante su evidente caída en las preferencias electorales.
La encuesta más reciente le da 8 por ciento a Álvarez Maynez, cuando al inicio de la campaña tenía 14%. No es necesario decir más para entender cuál es su papel y por qué está haciendo lo que se ve.
Por. Tomás Briones
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