CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Activistas y autoridades de diferentes niveles se manifestaron ayer contra la aplicación de la Ley SB4 que permitiría al estado de Texas arrestar y deportar a migrantes indocumentados de manera automática, lo que -advierten- podría provocar una nueva crisis en la frontera de Tamaulipas.
El gobernador Américo Villarreal Anaya se sumó a los mandatarios del país que rechazaron esta ley que actualmente se dirime en cortes de Estados Unidos.
“Condenamos enérgicamente y manifestamos nuestro absoluto rechazo a la entrada en vigor de la Ley SB4”, puntualizaron.
Esta medica, advierte el documento, “atenta de manera flagrante contra la dignidad, la integridad y los derechos de las personas migrantes; criminaliza y discrimina a quienes se encuentran en un contexto de movilidad humana en busca de mejores condiciones de vida; y representa una afrenta al derecho internacional y a los principios elementales de la convivencia y la solidaridad humana”.
Reiteraron que “el diálogo en materia migratoria debe prevalecer entre México y Estados Unidos, con el objetivo de abordar las causas estructurales que provocan la migración y la desigualdad”.
“Respaldamos la postura del Estado mexicano y sostenemos que es inútil criminalizar el fenómeno migratorio cuando puede resolverse atendiendo sus causas, como ha propuesto el Presidente Andrés Manuel López Obrador en reiteradas ocasiones”.
Esta postura es la misma que comparten activistas en la frontera.
Lupita Sanchez, representante de la organización “Trabajadores Fronterizos Unidos” en el Valle de Texas, advirtió que la ley es una “política anticonstitucional y antiinmigrante que podría dar el poder a cualquier autoridad a detener y cuestionar a cualquier persona, pueden hacer preguntas sobre la ciudadanía y eventualmente podría desencadenar deportaciones”.
“Lo que nos preocupa más es la separación de familias, y el abuso de autoridad”, señaló.
Mientras que de lado tamaulipeco, advirtieron que las repatriaciones que se detonarían, generarían una nueva crisis migratoria que volvería a saturar los albergues y espacios públicos de ciudades como Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo.
Al respecto, el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó ayer que nuestro País no aceptará deportaciones provenientes del Gobierno de Texas, en caso de que el estado pretenda deportar personas amparándose en la Ley SB4.
«El Gobierno federal de Estados Unidos está en contra de esta decisión y no queremos adelantar lo que podríamos hacer en caso de que quieran en Texas, el Gobernador y todos estos antiinmigrantes, antimexicanos hacer», dijo el Mandatario.
«Si pretendieran deportar, por ejemplo, que no les corresponde, nosotros no aceptaríamos deportaciones, de una vez lo adelanto, del Gobierno de Texas, y no nos vamos a quedar con los brazos cruzados. Desde luego estamos en contra de esta ley».
El Mandatario manifestó su rechazo contundente a esta ley, calificándola como «draconiana» y completamente opuesta a los derechos humanos.
López Obrador sostuvo que la Ley SB4 también es «deshumanizada por completo», anticristiana, injusta, además de violatoria de preceptos y normas de la convivencia humana y el derecho internacional.
«Hasta violatoria de la Biblia, y esto lo digo porque quienes aplican estas medidas injustas, inhumanas, van a los templos, se les olvida que en la Biblia de habla de tratar bien al forastero y desde luego del amor al prójimo», manifestó.
«Son algunas autoridades muy hipócritas, toman protesta con la Biblia, además es violatoria del derecho internacional, no puede uno estar, tener una legislación que corresponde al fuero federal, es como si el Gobernador de Tamaulipas aplicara una ley en contra de los texanos que visitaran México o transitaran por Tamaulipas, no les corresponde a los gobiernos estatales».
La Ley SB4, firmada en diciembre por el Gobernador republicano Greg Abbott, permitiría a las autoridades estatales o locales detener y retornar a personas extranjeras, labores que, en teoría, sólo pueden desarrollar agencias federales.
El miércoles pasado, la Suprema Corte de Estados Unidos se negó a frenar la ley y, más tarde, la Corte Federal de Apelaciones del Quinto Circuito volvió a bloquearla.
Aunque fue bloqueada, el Gobierno de México informó desde ese día que no aceptará, bajo ninguna circunstancia, las repatriaciones que Texas pretenda hacer bajo la Ley SB4, pues se pretende detener el flujo migrante mediante su criminalización.
Por Staff
Expreso-La Razón