La ONU ha definido al desarrollo humano como un proceso mediante el cual se amplían las oportunidades de las personas; estas oportunidades son diversas y pueden cambiar con el tiempo, pero las más esenciales para cualquier nivel de desarrollo son: una vida segura, prolongada y saludable, el acceso a la educación y disponer de los recursos para disfrutar de un nivel de vida decente, sin excluir las libertades políticas, económicas y sociales y el respeto de los derechos humanos.
Este debería ser el primer objetivo de los gobernantes y todas las políticas públicas deberían estar enfocadas a lograr esto.
Por ello, con el fin de ver las oportunidades que existen en cada país de forma que puedan priorizarse los esfuerzos y el uso de recursos, para ello la ONU desarrolló un método de medición desarrollado por el economista paquistaní Mahbub ul Haq en 1990 y desde entonces se hacen mediciones anuales en 192 países.
El reporte de este año se llama “Romper el bloqueo: reinventar la cooperación en un mundo polarizado”, dice que “el Índice de Desarrollo Humano ha ascendido a la escala más alta jamás registrada a nivel mundial” después de las difíciles condiciones en que se vio inmerso el mundo en 2020 y 2021.
Sin embargo, esconde algunas realidades muy preocupantes, una de ellas es que la recuperación del desarrollo humano después de los años difíciles es la desigualdad. Mientras los países con mayor riqueza muestran signos de una gran recuperación, los países más pobres muestran más desigualdad y pobreza, avivando la polarización política.
Durante los 10 años previos a la pandemia el índice tendía a mostrar una mejora y reducción tanto entre países ricos como en los países pobres, después esto ha tendido a revertirse, un factor decisivo son los conflictos entre países, el reporte dice que en 2022 el mundo vivió el mayor número de conflictos armados entre países desde la Segunda Guerra Mundial.
También muestra que los países con mejor desarrollo humano son Suiza, Noruega e Islandia y las más rezagadas la República Centroafricana, Sudán del Sur y Somalia. Y no depende solamente de la riqueza del país, los EE. UU. ocupan el lugar 20 del ranking.
Así pues, México la nación que ocupa el lugar 14 entre las mejores economías del mundo, ocupa el lugar 77 en este tema, aunque el gobierno celebra que haya avanzado 6 lugares está muy por debajo de Chile que es el país latinoamericano mejor posicionado en el lugar 44, Argentina tiene el lugar 48 a pesar de los graves problemas en su economía y Uruguay el lugar 52, arriba de México se encuentran, Granada (73), Albania (74), China (75) y Armenia (76).
Situaciones además de la pandemia que han afectado a los países pobres son la guerra en Ucrania, el conflicto en Gaza, los efectos del cambio climático, la pobreza, no solamente económica sino la multidimensional que incluye factores como la salud, la inseguridad, la educación y la vivienda.
Durante la medición la ONU detecto algo a lo que llamó “la paradoja de la democracia”; el 90% de los encuestados a nivel mundial apoyan la democracia, más de la mitad apoyó a líderes que corren el riesgo de socavarla en la práctica.
Esta claro que las instituciones no están cumpliendo con su tarea. Grandes pendientes se han generado en este sexenio como la inseguridad, donde vamos a tener al menos 182 000 asesinatos, en salud tenemos 50 millones de personas sin atención médica, mas de 50 millones de recetas médicas no surtidas, lo que hace que la gente tenga que gastar mucho más en este rubro, la calidad de la educación reflejada en el resultado de la prueba PISA donde México ocupo el lugar 51 de 81 países evaluados, que pone en duda la preparación de los jóvenes para enfrentar su futuro.
La seguridad, la salud y la educación son pilares que sostienen un verdadero desarrollo humano y en México no hay un compromiso con ellos.