CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La señora Sandra de la Cruz es de la segunda generación de comerciantes de temporada que, cada Domingo de Ramos, desde hace casi 40 años, vende este símbolo católico a las afueras de la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en el corazón de Victoria, capital de Tamaulipas.
Es una forma de vida que tiene sus raíces desde que sus padres eran jóvenes; así, más de seis décadas lleva su familia ofreciendo los ramos de laurel, palma y manzanilla a los fieles católicos que participan en estos momentos litúrgicos, algunos de los más importantes para el catolicismo.
Entrevistada por Expreso, doña Sandra detalla cómo sus hijos continúan con esta tradición laboriosa, difícil pero muy artesanal, que se debe labrar con paciencia y en una ardua jornada anticipada para tener todo su material ya fabricado para que el cliente lo consuma.
Detalla que desde casi una semana antes se preparan, realizando los ramos, tejiendo la palma y acomodando todo, después de recibir los materiales que son traídos directamente de Jaumave, lo que también ayuda a la reactivación de la economía local.
“Cada año venimos aquí, primero Dios que nos deje. Yo tendría unos 15 años cuando empecé, y ya tengo 52, así que han pasado más de 30 años, desde que mis padres venían a vender y luego se fueron, quedándome yo”.
“Mis papás nos dejaron esto y ahora mis hijos, ya seguí yo y después ellos; son la tercera generación”, dijo doña Sandra.
Dentro de la conversación con esta casa editorial, la comerciante señaló que desde el jueves han estado armando todos sus productos, mencionando lo penoso que resulta para las manos de quienes los elaboran.
“La palma, el laurel, la manzanilla vienen también de allá (Jaumave). Es bien laborioso y cansado, uno termina bien agotado, pero así es la cosa”.
“Empezamos desde el jueves, seguimos el viernes, el sábado y ya el domingo, bendito Dios, que se termine todo; los dedos se nos engarrotan, pero aquí estamos”.
Por su parte, el hijo de doña Sandra, Saul, junto a su esposa Laura, también platicaron con Expreso sobre esta chamba de la cual son tercera generación y que seguirán por muchos años más.
Saul nos detalló cómo esta actividad les reditúa toda su labor de cuatro días casi sin descanso, registrando ventas mínimas de 60 ramos, según sus declaraciones.
“Los ramos los damos en 30 y a 2 por 50”.
“Ya tenemos varios años y pues es algo que se dificulta para hacerlo y pues si nos da para tener sostento. Vendemos de 40 a 60 ramos solamente un día al año que es Domingo de Ramos”.
Esta actividad comercial es típica en todo México, y en Ciudad Victoria no es la excepción, donde cientos se dedican a esta labor que les deja buenas ganancias, que van desde los 1800 hasta los 3000 pesos, dependiendo del precio en que estén ofreciéndolos.
Por Antonio H. Mandujano
EXPRESO-LA RAZON