Lo que fue un inicio sorprendente por el impacto mediático motivado por el morbo de ver a un expresidiario en campaña, hizo que el Partido Verde generara enormes expectativas en Tamaulipas.
Sin embargo, la realidad empezó muy pronto a imponerse y a dejar claro que lo que se pensó podría ser un fenómeno en la elección federal de junio, se está desinflando como un globo. Como debe de ser.
Quien haya tenido la ocurrencia de proponer a Eugenio “El Geño” Hernández Flores como candidato al Senado por el Partido Verde, no midió bien lo que sería la campaña después del arranque oficial. En el paquete también va la exalcaldesa panista de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez.
“El Geño”, quien apenas hace poco más de seis meses salió de la cárcel en donde estuvo seis años, es ahora un candidato al que no le cuadran los números, un actor que sigue cobrando facturas entre políticos, empresarios, conocidos y beneficiarios de su gobierno. Muchos de ellos son los que asisten a sus eventos.
Para muestra de que las cosas no están saliendo como se pensaba, está la más reciente encuesta de Masive Caller que coloca al partido que postula al expresidiario y a la exalcaldesa panista de Reynosa, Maki Ortiz, en un lejanísimo tercer lugar de la competencia, que por cierto lideran los morenistas Olga Sosa y José Ramón “Jota Erre” Gómez Leal.
El Verde, de acuerdo con esa medición de las preferencias electorales está en apenas 13 puntos porcentuales, más de seis debajo de la fórmula de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, Imelda Sanmiguel y Arturo Núñez. La diferencia respecto a los abanderados de Morena y los verdes es de 40 puntos.
Si nos atenemos a esa tendencia, al transcurrir casi un mes, Eugenio y Maki han perdido impulso después del inicio que generó expectativas entre los simpatizantes de ese partido. La realidad, como dije, se impone gradualmente.
El Partido Verde no cuenta con una estructura propia que sea extensa en Tamaulipas. Es raro ver que en algún municipio tenga regidores que hayan directamente de ese instituto en una contienda en la que hayan participado individualmente.
Ese partido no sabe ir solo a una elección, sin que los ciudadanos lo pongan en el lugar que le corresponde: El de satélite que se presta para validar a alguien más, sea quien sea que esté en el poder. Si tampoco tenía buena imagen, con esto se va todavía más hacia abajo.
En Tamaulipas, decía, quienes pensaron que “El Geño” se convertiría en un fenómeno que borraría del mapa al cabecismo, se han quedado esperando que el expresidiario repunte en las preferencias ciudadanas.
No deja de ser cierto que aunque Eugenio ha venido reuniendo los restos de ese priísmo que se mantuvo encumbrado con él, al puñado de empresarios, ganaderos, constructores y gente que se benefició durante su gobierno, en los hechos muchos de ellos acuden a los encuentros por cumplir y atender las invitaciones.
Tampoco deja de ser cierto que, del norte al sur, no es buena la sensación de ver al exgobernador bajo cuyo mandato la inseguridad asoló a cientos de miles de tamaulipecos, los delitos del fuero común crecieron exponencialmente y el miedo se extendió a todos los rincones del estado.
En las últimas semanas, por ejemplo, he dialogado con empresarios, algunos comerciantes y familias que tuvieron que emigrar del estado durante los años negros en lo que Eugenio estaba en el gobierno y que debieron huir para no seguir sufriendo por la inseguridad que imperaba.
No, no están contentos y por el contrario, ven como una burla, una afrenta, una falta de empatía, de sensibilidad y de inteligencia el que alguien -quien haya sido- tuviera la pésima ocurrencia de proponer que “El Geño” fuera candidato a Senador.
Lo mismo piensan de los exalcaldes y demás políticos que, sin pudor, acuden a los encuentros con el expresidiario y celebran que ande en campaña, a pesar de que en Estados Unidos lo siguen considerando un presunto delincuente y quieren que el gobierno mexicano lo extradite para poder juzgarlo allá.
El punto es que, como decía, al Partido Verde no le cuadran los números con sus expectativas.
Por ejemplo, una encuesta del mes pasado que hizo Electoralia, empresa de Ricardo Gamundi Rosas -exdirigente del PRI, exlíder del Congreso y exsubsecretario de Gobierno de Eugenio-, que lo pone en segundo lugar de manera artificial.
Esa posición pretendió que antes de iniciar las campañas, “El Geño” y Maki fueran vistos en segunda posición, más fuertes que Sanmiguel y Núñez.
Si bien, los candidatos de la coalición opositora son menos conocidos que el exgobernador y la exalcaldesa panista de Reynosa, también es un hecho que el panismo -diferente al cabecismo residual-, está extendido en todo el estado y cuenta con un voto duro que le da más ventaja.
Con esas mediciones todavía preliminares y cambiantes, con el impacto mediático movido por el morbo, con la inercia del rechazo silencioso que entre la sociedad civil y entre las familias de miles de víctimas que hubo en el sexenio de Eugenio Hernández, al Verde no le siguen cuadrando sus números.
Todavía faltan dos meses y los verdes pueden aspirar a crecer y a arrebatarles puntos a sus adversarios, pero…una simple comparación de febrero a marzo indica que “El Geño” y Maki han perdido por lo menos siete puntos en las preferencias conocidas hasta ahora.
Quizá en los riesgos que evaluaron quienes tuvieron la ocurrencia de mandar a Hernández Flores como candidato del Verde al Senado, les quedó corto el rechazo que generaría su postulación, sobre todo por la estela de terror y violencia que hubo en su gobierno.
Quizá pensaron que los cientos de miles de tamaulipecos que de alguna manera fueron víctimas directas e indirectas del terror que hubo en su sexenio, olvidarían cómo era sobrevivir entonces.
Tal vez pensaron que la amnesia sería colectiva y no solamente entre los políticos, empresarios y beneficiarios de Eugenio, de La Pesca a Playa Miramar, de Nuevo Laredo a El Mante, de Victoria a Aldama, de Mainero a Gómez Farías.
Los números no le cuadran al Verde y el llamado fenómeno “El Geño-Maki se está desinflando a fuerza de recordar la realidad que se vivió en su gobierno.
Así como van las cosas, no va a sorprender que la dupla de prianistas que hoy postula el Verde se vaya hundiendo más en las preferencias electorales.
Por. Tomás Briones
abarloventotam@gmail.com