Por distintas razones varios funcionarios(as) de primera línea dejaron de serlo durante el régimen de AMLO. Y fueron más de una docena siendo Educación Pública, Gobernación y Hacienda donde más se notó. Ya sabéis que en el primero de los casos Delfina Gómez renunció para gobernar el estado de México, en el segundo Olga Sánchez Cordero retomó su calidad de senadora, en tanto Adán Augusto López se encarriló en la aventura de convertirse en candidato presidencial dejando el lugar a Luisa María Alcalde Luján, quizá la más joven del gabinete con responsabilidad propia de expertos y “colmilludos” del más alto nivel, según consta en la historia moderna de la república.
Mientras tanto la secretaría de Hacienda transcurrió por penoso capítulo cuando el finado Carlos Manuel Urzúa Macías renunció por desacuerdos con la política económica de la 4T al cumplir apenas seis meses y nueve días en el puesto. Y es que al presentar el proyecto de presupuesto del 2019 se comprobó la tendencia globalizante que lo enmarcaba. Dicese que fue tanto el enojo de AMLO que de inmediato exigió su retiro colocando en su lugar a Arturo Herrera quien dos años más tarde entregaría la estafeta a Rogelio Ramírez de la O el cual se desempeña hasta la fecha.
Lo lamentable del asunto fue que Urzúa Macías se agregó a las filas de la oposición convirtiéndose en calificado asesor de Xóchitl Gálvez y por lo tanto rabioso crítico del supremo gobierno ante el aplauso y celebración de la pandilla neoliberal que pretende el retorno del saqueo y los privilegios. Y eso que entre 2 mil y dos mil tres Urzúa fue secretario de Finanzas del gobierno del DF que dirigía AMLO. ¿Qué originó su radical cambio? ¿Sería que influyó el Tecnológico de Monterrey donde fue maestro?, poco importa saberlo ya que el secreto se lo llevó a la tumba.
Verdad sea que como en cualquier régimen las fichas se acomodan según el interés que los anima. En este sentido algunos cambios no han sido lo benéfico que debieron ser. Por ejemplo, en Seguridad y Protección Ciudadana donde Rosa Icela Rodríguez ex reportera de La jornada, sustituyó a Alfonso Durazo Montaño actual gobernador de Sonora. La dama permanece en el cargo desde el 30 de octubre del 2020 y con todo respeto, pero ha servido pa´ maldita la cosa, como que nomás se preocupa por enviar alabanzas a AMLO cada ocasión que tiene oportunidad, cual sucede con frecuencia en “las mañaneras”. Mantenerla en la delicada responsabilidad ha sido otro de los inexplicables caprichos presidenciales. Desde luego que a estas alturas del partido ni valdría la pena el cambio cuando en ese renglón el daño está a la vista del portador. Y ni modo que sea invento.
Otro movimiento importante se registró en Relaciones Exteriores donde su ex titular Marcelo Ebrard escuchó “el canto de las sirenas” asumiendo que podría suceder a López Obrador. Ya conocemos el desenlace tras los titubeos y coqueteos del ex jefe de gobierno del entonces DF con la oposición que llevaron a suponer probable traición, aunque finalmente regresó al buen camino del Señor, sumándose a la candidatura de Claudia Sheinbaum con la que desde su campaña hace ya equipo. Marcelo es valioso activo del proyecto transformador y seguirá siéndolo, ni duda cabe. ¡Olé y más olé!.
SUCEDE QUE
El ex rector de la UAT Guillermo Mendoza Cavazos presume impunidad “sin límite ni condición”. ¿Cree vivir todavía en el pasado?. A algo se atiene mientras las acusaciones sobre presuntos delitos sigan siendo oratoria de consumo mediático …Por su parte, haciéndose la inocente Xóchitl asegura que no actuó de mala fe al utilizar el logo del IFE en su propaganda. Se quiso pasar de rosca suponiendo que no la descubrirían. Ahora que llamen a cuentas a quienes dirigen la alianza maldita, así como las autoridades se ensañan cuando Morena comete alguna falta por mínima que sea…Mientras tanto, nada extraña que a seis meses de terminar su mandato AMLO mantenga apoyo popular alrededor del 75 por ciento y no lo dice el columnista sino las encuestas publicadas por los propios adversarios que se tragan el coraje y la frustración al ver a la Gálvez cada vez más lejos de la mayoría que apuesta al bienestar, la justicia social y la democracia y no a la corrupción…Los mexicas “no somos tontos de ahora” por ello no caemos en la trampa de la campañas adversas llegadas del extranjero, ilegalmente intervencionistas en el proceso electoral pagadas desde luego, por la mafia neoliberal.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA