Cuando la luna comenzó a oscurecer al sol, el pueblo chino reunido en los patios de palacio quedó sumido en la oscuridad, creando una atmósfera cargada de miedo y expectación.
En ese momento crucial, el emperador Zhou Xuan se arrodilló ante el altar, confesando sus errores y prometiendo enmienda.
Era el año 2136 a.C., y los sacerdotes imperiales sabían que un eclipse solar que cubriría por completo el sol y aprovecharon el evento para que fuera interpretado como una señal divina, un mensaje de los cielos sobre el descontento celestial con el gobierno del emperador.
Los astrónomos reales, conscientes de la predicción, aprovecharon este evento como una herramienta de manipulación política.
Este evento no solo marcó un punto de inflexión en la historia de China, los eclipses, tanto del sol como de la luna, han dejado una profunda impresión en la conciencia colectiva de la humanidad.
Hagamos un pequeño recorrido en eventos similares que han dejado huella en la civilización:
Durante el apogeo del Imperio Romano, en el año 413 d.C., un eclipse lunar se convirtió en el catalizador de una serie de eventos que llevaron al fin del asedio de la ciudad de Roma por parte de los visigodos de Alarico I. La población
de Roma, agobiada por el hambre y la enfermedad, vio en el eclipse lunar una señal divina de que debían rendirse ante el asedio.
En el Renacimiento, en el año 1504, es conocido que el famoso navegante Cristóbal Colón, varado en la isla de Jamaica y enfrentándose a la hostilidad de los nativos, utilizó su conocimiento de los ciclos lunares y los eclipses para asombrar y persuadir a los indígenas de que los dioses estaban molestos por su falta de cooperación.
Predijo con precisión un eclipse lunar, lo que llevó a los nativos a suplicarle que restaurara la luz de la luna, otorgándole así la ayuda y el suministro que necesitaba para sobrevivir hasta la llegada de un barco de rescate.
En tiempos más modernos, durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943, un eclipse solar total sobre el norte de África detuvo temporalmente la lucha entre las fuerzas del Eje y los Aliados. Los soldados, asombrados por el repentino oscurecimiento del día, dejaron de disparar y observaron el fenómeno con asombro.
Este breve alto al fuego permitió que los heridos fueran evacuados y
los líderes militares aprovecharan la oportunidad para entablar negociaciones diplomáticas que eventualmente llevarían
a un acuerdo de alto el fuego en la región. Han sido incluidos en la literatura mundial como en una de las primeras novelas de Mark Twain publicada en 1889 “Un yanqui en la corte del Rey Arturo” donde el protagonista Hank Morgan queda inconsciente y despierta en la Inglaterra del siglo VI, Hank pronto se encuentra en aprietos y es condenado a morir quemado en la hoguera.
Morgan que sabía cuándo iba a pasar el evento, engaña al rey y a su gente haciéndoles creer que él controla el Sol y la Luna, salvándose por el eclipse.
El eclipse solar de 1919 permitió a los científicos observar que el campo gravitacional del Sol desvía la luz de las estrellas, una predicción clave de Teoría de la Relatividad General de Einstein.
Y aún más recientemente, en el año 1999, el eclipse solar total que cruzó Europa occidental inspiró un renovado interés en la astronomía y la ciencia en general.
Millones de personas en toda Europa se congregaron para presenciar el espectáculo celestial, mientras que los científicos aprovecharon la oportunidad para realizar investigaciones y experimentos en condiciones únicas.
Este evento contribuyó al aumento de la conciencia pública sobre la importancia de la ciencia y la exploración espacial en el mundo moderno.
Estamos por presenciar una vez más este fenómeno indudablemente cautivador y que en muchas personas va mucho mas allá de un evento astronómico, el día 8 de abril será el siguiente eclipse de sol del que podremos ser testigos, sin embargo también existe un riesgo para observar las fases parciales del eclipse solar directamente con los ojos los especialistas recomiendan el uso de lentes con filtro UV 400 para observar un eclipse, aclarando que los lentes oscuros convencionales no ofrecen la protección adecuada contra la radiación ultravioleta.
Las gafas para eclipse NO son gafas de sol normales.
Actualmente conocemos porque se presenta este evento que nos llena de fascinación. Es la fascinación y respeto que infundía el cielo como lugar donde habitaban los dioses o héroes en la antigüedad y que seguramente siguen habitando en la mente de muchos de nosotros. Disfrútelo de forma segura.