VICTORIA, Tam.- Luego del presunto caso de negligencia denunciado contra el hospital La Salle de Victoria, donde una menor de seis años perdió la vista y la movilidad tras una cirugía “de rutina”, el Secretario de Salud confirmó que el nosocomio continúa operando, ya que cuenta con los permisos correspondientes.
Vicente Joel Hernández Navarro dijo conocer el caso en que se manifestaron familiares en dicho hospital, pero señaló que será hasta que, derivado de la investigación que se sigue, acuda personal de Coepris para hacer una inspección en las instalaciones.
El titular de Salud comentó que luego de que concluya el proceso de investigación que se lleve a cabo, como se podrá conocer si pudiera existir alguna sanción en contra del hospital.
A pregunta sobre si ha tenido alguna comunicación con la dirección del hospital privado, sobre este caso en el que una menor fue afectada en su salud, dijo que tiene abierto el canal de comunicación.
En el caso de la intervención de la Comisión Estatal de Conciliación y Arbitraje Médico de Tamaulipas, señaló que también actúa a petición de parte, es decir, hasta que exista una denuncia por parte de la familia de Ana.
Señaló que el año pasado, la Comisión Estatal se concluyeron 11 de 13 quejas interpuestas, 100 orientaciones, 141 asesorías especializadas, 26 gestiones inmediatas; mientras que en los primeros tres meses de este 2024, ya suman tres quejas, 10 orientaciones, 22 asesorías especializadas y dos gestiones inmediatas.
El funcionario señaló que si bien, siempre existen riesgos en los procedimientos, dijo que en lo personal, a los pacientes se les deben leer un consentimiento informado, de todo lo que puede suceder en un procedimiento, “desde la anestesia hasta el procedimiento mismo, la gravedad de las circunstancias que se dan, y se debe firmar”.
El Secretario de Salud en el estado, señaló que hasta el momento la familia de la menor no lo ha buscado para solicitar apoyo en el tema, pero se comprometió a buscar un acercamiento con el hospital para conocer lo que ocurrió en el caso de Ana.
Por Perla Reséndez