BRASIL.- Erika de Souza, la mujer que llevó el cadáver de su tío a un banco con el objetivo de pedir un préstamo a nombre del hombre, se enfrenta formalmente a una denuncia hecha por la Fiscalía de Brasil, quien la acusa de dos delitos.
El caso de Paulo Roberto Braga, quien es el sujeto de 68 años que falleció en circunstancias extrañas, ha dado de qué hablar desde el 16 de abril, cuando ocurrieron los hechos.
Pues la mujer no solo llevó el cadáver en una silla de ruedas, sino que intentó pedir 17 mil reales; sin embargo, el aspecto del hombre les pareció extraño a los empleados, quienes comenzaron a grabar y denunciaron los hechos.
Fiscalía denuncia legalmente a la mujer
Débora Moreira, la fiscal que está a cargo del caso, señala que Erika de Souza estaba consciente de que sus acciones podrían caer en el delito de “profanación del cadáver”, ya que lo llevó hasta el banco y permaneció ahí a pesar de que su tío había muerto.
Por lo cual, consideran que la mujer tenía un “total desprecio y falta de respeto” por Paulo Roberto Braga, quien al parecer llevaba unas horas muerto cuando los trámites para pedir el préstamo comenzaron.
Las autoridades están convencidas de que la mujer sabía de que su tío había muerto, por lo que ha sido acusada por la Fiscalía de Brasil por “intento de estafa” y “profanación del cadáver”.
Además, las autoridades creen que la mujer incurrió en una “omisión flagrante de socorro”, debido a que prefirió ir a un centro comercial y después al banco en compañía de su tío, en lugar de llevarlo a un hospital.
¿Qué dice la defensa de la mujer?
El abogado de Erika de Souza ha argumentado en ocasiones anteriores que Paulo Roberto Braga estaba con vida cuando llegaron al banco, según declaraciones que brindó para el portal de noticias CNN.
Esta versión es apoyada por el conductor del taxi que los llevó al banco, ya que él vio con vida a Paulo e incluso indicó que el hombre “se agarró de la puerta”; mientras que uno de los amigos de la familia, también vió con vida al hombre antes de salir de su casa el 16 de abril.
“Cuando entré a la casa, Paulo estaba acostado en la cama. Tomé a Paulo de los brazos con la ayuda de Erika y lo subí al auto. Pude ver que todavía respiraba y tenía fuerza en las manos”, comentó el joven en entrevista con el portal O’Globo.
Cabe señalar que la policía también abrió una investigación por “homicidio imprudente“, es decir, cuando no hay intención de matar. Por ahora, Erika se encuentra en prisión preventiva.
A pesar de ello, se espera que con el juicio y las investigaciones se logre esclarecer lo que sucedió, ya que el caso ha generado conmoción, no solo en Brasil, sino en otras partes del mundo.
CON INFORMACIÓN DE REPORTE INDIGO