La visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador al sur de Tamaulipas, se da, no solo en un momento clave para reforzar las inversiones en materia de salud, también bajo un clima político más terso.
Apenas esta semana, el martes pasado, el Consejero General del INE aprobó con 10 votos a favor y un voto en contra, negarle el registro al panista Francisco García Cabeza de Vaca como candidato a Diputado Federal por la vía plurinominal.
El único resultado que buscaba Cabeza de Vaca en este juego, es tener fuero constitucional y no lo logró. Ahora con seguridad, el PAN va impugnar este fallo del INE y va recurrir a la Sala Superior del Tribunal Electoral.
Los magistrados tienen definido su criterio sobre este acto, pero una de las coincidencias de los Consejeros del INE, es que no podían ir en contra de la resolución del Tribunal que es inatacable y lo entienden, por eso, ya se puede adelantar que la Sala Superior no va discutir mucho esta nueva impugnación y volverá a ratificar su criterio.
Por cierto que el pasado 30 de abril, se cumplieron tres años de que la Cámara baja se declaró como jurado de procedencia y aprobó el desafuero de Cabeza de Vaca como Gobernador de Tamaulipas para poder procesarlo por delitos de delincuencia organizada entre otros.
Desde el 2021 está corriendo esta novela y seguramente su final, podría acabar en la Sala Superior o posiblemente, en la detención de un ex gobernador más de Tamaulipas, debido a que están emitidas dos fichas rojas para detener a Cabeza de Vaca por delitos relacionados con la delincuencia organizada.
Pero antes de ese final, López Obrador, va llegar este viernes a Tampico y será su novena visita a Tamaulipas en menos de 2 años. Apenas el 7 de marzo estuvo en Ciudad Victoria.
Esta vez, la visita presidencial en la zona conurbada será para supervisar el avance de las obras hospitalarias que los gobiernos federal y estatal tienen en marcha en Tampico, Madero y Altamira.
En el puerto, se construye con inversión de 2 mil 300 millones de pesos, el nuevo hospital del ISSSTE que brindará atención médica a 600 mil derechohabientes del sur tamaulipeco y de estados vecinos ubicados en la región de la huasteca, como Veracruz, San Luis Potosí e Hidalgo.
Mientras que en Ciudad Madero está en marcha la construcción del nuevo Hospital Civil con recursos aportados por el gobierno federal, gestionados por Américo Villarreal. En este caso, es bueno recordar que el citado proyecto inició desde 2015 pero las obras fueron interrumpidas el sexenio pasado tras anunciarse que se habían encontrado fallas estructurales severas.
Fue el doctor Américo Villarreal quien atendiendo las demandas sociales reactivó la construcción y, al término de esta, el hospital estará equipado para proporcionar atención oncológica a pacientes del sur de Tamaulipas, norte de Veracruz y San Luis Potosí. Asimismo, la administración estatal puso en funcionamiento el año pasado, en el hospital Carlos Canseco, el primer equipo de hemodinamia para atender enfermedades de tipo cardiaco.
La adhesión de Tamaulipas al nuevo modelo de salud IMSS- Bienestar ha permitido no solo el mejoramiento de la infraestructura hospitalaria y el reequipamiento de unidades médicas, sino también la certidumbre laboral a trabajadores sin base y, lo más importante, ha contribuido a mejorar la salud de la población.
Un PAN desesperado
El panismo a nivel estatal enfrenta un panorama muy desolador para la jornada electoral del próximo 2 de junio.
Uno de estos casos son las protestas de productores en el municipio de San Fernando, quienes aun cuando pueden ser válidas sus exigencias, las personas que se encuentran tras bambalinas son afines al panismo local.
Basta decir que la contienda por el municipio de San Fernando, el cual gobernó, la panista Maybella Ramirez Saldivar, afronta un descontento en la población por no cumplir con sus promesas de campaña, es aquí donde se podría pensar que hacen uso de las viejas prácticas usadas por el PRI o por el propio PAN para alimentar intereses ajenos al colectivo social.
Es por eso que hay que estar bien atentos, por repentinas señales de protesta, líderes exprés, que poco les interesa el bien de la sociedad, pero que obedecen a los obscuros intereses de personas que ven sus carreras políticas en riesgo en las próximas elecciones.
Por Arturo Rosas H