El Presidente López Obrador volverá hoy a Tamaulipas para realizar su novena visita al estado en menos de dos años.
Estará en la zona conurbada donde supervisará los trabajos de incorporación de la infraestructura de salud al programa IMSS-Bienestar.
La aspiración del presidente, se sabe bien, es que este nuevo modelo sea uno de los principales legados de su gobierno al que le quedan apenas cinco meses.
La agenda indica que será recibido por el gobernador Américo Villarreal Anaya y juntos asistirán al Hospital Civil de Ciudad Madero, donde se llevan a cabo trabajos para su incorporación al IMSS-Bienestar.
No son las únicas obras que se están llevando a cabo en el sur de Tamaulipas en materia de salud.
En el norte de Tampico, está en marcha la construcción del nuevo hospital del ISSSTE, con una inversión de 2 mil 300 millones de pesos, para brindara atención médica a 600 mil derechohabientes de Tamaulipas y de la Huasteca.
Y en Ciudad Madero se trabaja para terminar por fin el nuevo Hospital Civil, que también formará parte del IMSS-Bienestar, y que este año podría entrar en operación después de casi una década desde que se inició el proyecto.
La historia de este inmueble ejemplifica la sospechosa ineficiencia con la que se manejó la infraestructura de salud en el pasado.
Cuando la actual administración estatal entró a revisar las condiciones de las obras pendientes que le heredó el gobierno de Cabeza de Vaca, se encontró con un inmueble abandonado, y en riesgo incluso de ser derrumbado.
Las constructoras Tzaulan S.A. de C.V. y M Tres Desarrolladora, S.A. de C.V., encargadas de la primera etapa, incurrieron en fallas que volvieron inutilizable el edificio.
Así, pasaron al menos cinco años en los que además tuvo que repartirse a otros hospitales el equipo médico que ya se había adquirido y estaba también en el abandono al interior del inmueble.
La nueva administración decidió que no podían perderse los más de 700 millones de pesos que ya se habían invertido, por lo que ordenó un diagnóstico y un proyecto para rescatarlo con una nueva inversión de 102 millones de pesos.
La visita de López Obrador al sur servirá para amarrar la inyección de recursos necesaria para apuntalar estas obras en el ocaso de su sexenio.
Y, claro, en pleno proceso electoral, su presencia en Tamaulipas también tendrá algún significado político.
Llega al estado en un momento en el que el horizonte parece aclararse para Morena, en regiones donde hasta hace unas semanas había nubarrones.
Exactamente a un mes de la elección, y a cinco de que entregue el poder, de alguna manera también es el inicio de la despedida.
POR MIGUEL DOMINGUEZ FLORES