CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Cada 10 de mayo, México se viste de amor y recuerdos en honor a las madres que ya no están físicamente con nosotros.
En esta fecha tan especial, los panteones fueron abarrotados hasta convertirse en lugares de encuentro y reflexión, donde las familias se reúnen para recordar a sus seres queridos que han partido.
Este año, no fue la excepción. Desde el jueves por la mañana, los panteones municipales del Cerro Morelos y de la Cruz comenzaron a recibir un flujo constante de visitantes.
El encargado de los panteones municipales dijo que se esperaba la llegada de menos 10 mil personas durante todo el día.
“En el panteón de la Cruz, un lugar considerablemente grande, se espera recibir alrededor de cuatro mil, cuatro mil quinientas personas, además de las que llegan al panteón de Libertad, con un promedio de mil visitantes”, dijo el encargado.
A pesar de que la localidad cuenta con tres panteones municipales y tres particulares, son los cementerios del Cerro Morelos y de la Cruz los que registraron la mayor afluencia de visitantes.
Desde el pasado fin de semana, se había notado un aumento significativo en la cantidad de personas que acudían a estos lugares.
Es una tradición ver a las familias cargadas de flores, veladoras y otros objetos a las tumbas de sus madres y seres queridos fallecidos.
Además, muchos aprovechan la ocasión para limpiar y arreglar los nichos y tumbas, como una muestra de amor y respeto por aquellos que ya no están físicamente presentes.
Aunque el panteón de la Libertad permanece clausurado, en esta ocasión tan especial también recibió visitas.
Es importante destacar la importancia de estas fechas para honrar la memoria de nuestros seres queridos y recordar el legado que nos dejaron.
El Día de las Madres es más que una celebración, es un momento para reflexionar sobre el amor y vínculo eterno que compartimos con nuestras madres, incluso más allá de la vida misma.
Por Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON