CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Cómo un gesto conmovedor lleno de amor y nostalgia, Perla, quien es una hija amorosa, acompañada de su nieta, rindió un homenaje único a su madre fallecida, María del Pilar, en el primer Día de las Madres sin su presencia física.
Cargada con un celular que destacaba entre el bullicio del panteón del Cero Morelos, sonaron una y otra vez las mañanitas interpretadas por Vicente Fernández, melodía que solo era interrumpida por su llanto cargado de nostalgia.
María del Pilar partió en noviembre, por lo que dejó un vacío imborrable en el corazón de su familia.
Para honrar su memoria en esta fecha especial, Perla decidió realizarle un tributo musical como muestra de la esencia del amor maternal que le brindó siempre su madre.
Armada con un celular y una selección de melodías de mariachi, Perla y su nieta entonaron las mañanitas, una serenata cargada de emociones y recuerdos compartidos.
A pesar de la ausencia física de María del Pilar, la música quedó como una muestra de su amor y bondad que inundó el ambiente de nostálgico adiós, sin despedida.
Su hija describe a María del Pilar como una mujer querida y respetada, quien nunca se vio envuelta en problemas.
Quién dejó como su legado dulzura y generosidad para todos los que la conocieron.
Su partida dejó un vacío profundo, pero sus enseñanzas y recuerdos permanecen vivos en el corazón de Perla y su familia.
Perla compartió un consejo sincero para aquellos que aún tienen la fortuna de tener a sus madres junto a ellos: cuiden, amen y abracen a sus madres en vida, porque como ella misma reflexiona, la muerte llega sin previo aviso.
En este día significativo, Perla halló consuelo en el recuerdo de su madre, dedicando tiempo para estar cerca de ella y más tarde compartiendo amor y gratitud con sus hijos.
Aunque la pérdida sea difícil de sobrellevar, el amor y los recuerdos perduran, fortaleciendo los lazos familiares y honrando el legado de María del Pilar.
El gesto emotivo de Perla es un recordatorio conmovedor que el amor de una madre va mas allá de la vida y la muerte, ya que vive eternamente en los corazones de aquellos que la amaron.
Por Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON