MANTE.- Con el paso del tren por la región del Mante, pronto proliferaron las noticias sobre las potencialidades agrícolas que existían. Esto motivo el arribo de un personaje que concretaría más firmemente el primer proyecto de explotación agrícola de acuerdo a un criterio moderno, distinto a las tradicionales formas como se explotaba aquí la tierra, cuya productividad era muy escasa.
Se trataba de Wong Foon Chuck, quien visitó la región por primera vez en 1896, cuando por encargo de una compañía arrocera Beamont, Texas, y previa recomendación de J. A. Robinson, gerente de la compañía del Ferrocarril del Golfo, acudió a explorar y a realizar un reporte de unas tierras que le ofrecían a la empresa en la municipalidad de Quintero.
Ya en el desempeño de su trabajo, Chuck quedó impresionado de la fertilidad de la tierra y las condiciones climatológicas muy favorables para el cultivo del arroz, pero sobre todo se sorprendió de la existencia de cinco ríos en un radio de 20 kilómetros, lo que representaba un enorme potencial de agua, calculada según él en 20 mil litros por segundo.
Esto posibilitaba definitivamente el desarrollo agrícola, como así se lo manifestó a sus contratantes. Sin embargo estos perdieron interés en la compa, por considerar que las tierras estaban demasiado lejos del ferrocarril y que en caso de invertir, conllevaría un incremento en los costos de producción de arroz
Chuck había nacido en 1863 en Hay Ping, provincia de Cantón, China, y emigró a los doce años a los Estados Unidos junto a la corriente de mano de obra barata que demando a fines del siglo XIX Estados Unidos.
Ya en América, se responsabilizó del cuidado de un tío suyo radicado en San Francisco, California, quien lo envió a una escuela misionera a cargo del doctor Lumis, quien lo introdujo a la cultura de occidente y al idioma inglés.
Poco más tarde un primo suyo le consiguió un trabajo eventual, como mesero en un hotel de la ciudad, el Jackson, donde su eficacia hizo que ganara buenas propinas, cultivándose en Chuck el gusto por el negocio de la hotelería.
Estando aún bajo la potestad de su tío, éste le impidió continuar laborando, pues considero que a su edad, en ese ambiente y con dinero, podía inclinarse a los vicios, y lo remitió de nueva cuenta con Lumis, donde tuvo la oportunidad de seguir estudiando, gracias al estímulo de un señor de apellido Stuart. En 1881 regresó a China para visitar a sus padres, volviendo a Estados Unidos con mayores varios para trabajar, ahora ya con independencia, pues había alcanzado la mayoría de edad. Una vez en San Francisco, su tio le aconsejó permanecer en esa ciudad, pero a Chuck le desagradaba el ambiente del barrio chino, por lo que se trasladó a El Paso Texas, donde en 1883 trabajó de cocinero. Estimulado por un amigo de la infancia para establecer un negocio en San Antonio, ye en tránsito fue atraído por las mayores expectativas hacia Eagle Pass, un pueblo fronterizo donde la mayoría de sus habitantes eran mexicanos. Ahí trabajo en el ramo hotelero.
Al sentirse seguro, fundó su propia empresa, un hotel que adquirió en 700 dólares, producto de sus ahorros, ampliándose con los servicios de restauran, lavandería y venta de artesanías orientales.
Deseoso de aventura, y decepcionado de que se le negó la nacionalidad estadounidense, vendió su próspero negocio en 1886 a un americano residente en Chihuahua, haciendo la transacción por una buena suma. Con ese capital decidió especializarse en el comercio, por lo que proyecto a lo largo de los pueblos ubicados sobre las vías férreas de Coahuila.
Después se convirtió en contratista y con varios compatriotas a los que dio trabajo en diversas minas de esa región. En 1895 contrajo nupcias con Cristina Vega una mujer tampiqueña con la que se establece en Eagle Pass, procreando nueve hijos, lo que lo arraigó más en México, país del que había adquirido la nacionalidad en 1892. Con todo el éxito empresarial que había tenido, y librado del compromiso con la arrocera texana que hicimos mención al principio, cautivado por la región del Mante, Chuck concibió la idea de establecer en esa región una empresa agrícola por su propia cuenta. Para ello se asoció con sus compatriotas chinos Mar Show Tang y G. Chung You, para adquirir en 1899 una serie de terrenos hasta sumar 1,100 hectáreas, con lo que se funda la hacienda del Cantón Chino, dedicándose enseguida a cultivar una superficie con arroz y caña de azúcar.
Más tarde, en asociación con Franck B. James y Santiago Márquez, compró más tierras y concesiones de agua, con lo que se definió la hacienda de El limón. Y al tiempo que realizaba estas operaciones en Tamaulipas, sus negocios en Torreón continuaron y crecieron, al invertir en la banca y en tranvías. Pero a pesar de tener ya un pie firme a las orillas del rio Mante, la única forma de explotar a gran escala las potencialidades agrícolas de esta región era con la inversión de un mayor capital, algo que rebasaba la capacidad de Foon Chuck, por lo que se asoció con el entonces gobernador de Coahuila, don Miguel Cárdenas, que era parte del grupo político del general Bernardo Reyes.
Al colapsarse ese grupo político, Cárdenas fue removido de su cargo, por lo que le sobró tiempo para dedicarse a otros asuntos, como invertir en la agricultura tamaulipeca junto a Foon Chuck, además de que conocía muy bien la diligencia empresarial de chino cantones. Quedó asi establecida la compañía agrícolas “Miguel Cárdenas y Socios”, cuya sede se estableció en la hacienda de El Cantón.
A esa propiedad se le sumaron sus anexas, que eran las haciendas de El Limón y Tanchipa, así como varias de las antiguas porciones coloniales. Técnicamente Foon Chuck procuró hacerse del equipo más avanzado de aquella época, al importar maquinaria para la elaboración de azúcar y un molino de arroz. Más tarde trajo una caldera de 125 caballos para sofisticar la producción azucarera y también un tractor de vapor, el primero en la región.
El único problema que tenían era la carencia de un buen mecanismo de comercialización que permitiera llevar su producción de piloncillo y arroz hacia el mercado, pies la vía del ferrocarril distaba a 40 kilómetros de distancia, aun así se daban habilidades para transitar sobre los pésimos caminos de ese entonces.
La sociedad entre Cárdenas y Foon Chuck terminó en 1912, pagando con tierras los continuos prestamos que había hecho su acreedor. En 1918 varios generales revolucionarios entre ellos Pablo González, Francisco Munguía, Gregorio y Andrés Osuna, visitaron la región; conversando ampliamente con Foon Chuck sobre las bondades de la región del Mante.
Con el tiempo estos generales desplazarían al chino que creyó e invirtió en esta región tamaulipeca que tanto contribuyó a la economía tamaulipeca en el siglo XX.
POR MARVIN OSIRIS HUERTA MÁRQUEZ