Impresionante la despedida de López Obrador este domingo en el zócalo, evento con duración aproximada a dos horas y media donde resumió lo realizado durante el sexenio, aunque a juicio del columnista lo más importante fue el homenaje al pueblo que ha protagonizado el proceso de transformación que vive el país, heredero indiscutible de la cultura ancestral. Evidente por otra parte, el liderazgo que mantiene y permite ser considerado el mejor Presidente a la altura de Lázaro Cárdenas.
Cifras, detalles y porcentajes al margen, imposible ocultar la evolución de la república en todos los aspectos. Destaca el ejercicio democrático que literalmente sepultó la concepción neoliberal de utilizar el poder para saquear, destruir el patrimonio público y entregar la nación y sus recursos al mejor postor que no es otro que el capital privado nacional e internacional.
Un acto histórico que abrió espacios significativos, como la consulta a mano alzada respecto de la elección de jueces, magistrados y ministros de la SCJN y la respuesta total en sentido positivo que avala la iniciativa presidencial de que el pueblo sea quien decida sobre auténticos impartidores de justicia, contrario a la costumbre de imponer a mercenarios al servicio de la delincuencia organizada y de cuello blanco.
En diversas ocasiones hubo mención a Claudia Sheinbaum, sucesora ideal, lo que podría entenderse como la obligación de cumplir a cabalidad la máxima de ejercer el cargo en beneficio de los pobres. En este aspecto capacidad y decisión existen de sobra en la futura presidenta, sin embargo, habrá que preguntarnos si cuenta también con carisma suficiente para asumir en toda su dimensión el compromiso. No será fácil después del ejemplo de AMLO que le deja en verdad, “la vara muy alta”.
Mientras tanto, una jueza de poca monta morelense, ordenó suspender la discusión del dictamen relativo a la reforma judicial que debía realizarse este lunes en la cámara de diputados. Otro funcionario con el mismo rango, pero de Chiapas, decidió que aun aprobado, el documento, no fuese enviado a los congresos estatales con lo que el proceso de institucionalización quedaría inconcluso.
Lo anterior es una puñalada trapera al Ejecutivo y desde luego al Legislativo que, con su mayoría de Morena y asociados, estaba más que preparado para cumplir esta prioridad tanto de AMLO como de doña Claudia. Entre paréntesis, no sabemos hasta dónde este golpe afecte la intención de doña Claudia de disfrutar su luna de miel al lado de Jesús María Tarriba, de quien fue novia, como sabéis, en la época estudiantil y con el cual se reencontró treinta años después, cuando ambos estaban divorciados. Total, casaron y casaron bien, en noviembre anterior. Están doctorados en Física, lo raro es que el próximo “primer caballero” es experto en cuestiones financieras de “alta gama”. Actualmente labora en el Banco de México, pero antes lo hizo en Santander y Banamex. El asunto es que dejaron pendiente su viaje post matrimonial en razón de los compromisos políticos de la Presidenta Electa.
Sobre la discusión y aprobación del proyecto reformista pronto sabremos si el legislativo cumple los ordenamientos de los jueces en cuestión. Ricardo Monreal líder de la diputación morenista, anticipó que nada ni nada lo detendrá, lo que podría interpretarse como desacato que, de suceder, él y sus compañeros cometerían un delito que puede ser castigado con seis meses a tres años de prisión. ¿Funcionará la inmunidad en este caso?. Lo veremos en los próximos capítulos de esta serie donde la justicia insiste en seguir siendo la bruja mala del bosque encantado.
SUCEDE QUE
Américo Villarreal Anaya “robó cámara” en el zócalo capitalino. Se ve y se siente el aprecio de la Jefa Claudia.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA