A metros de altura en una montaña, y se estima que estos mil 700 virus, con una antigüedad de 41 mil años, podrían ofrecer respuestas fascinantes a algunas de las preguntas más importantes sobre la historia de la humanidad.
Los científicos que hicieron el impactante hallazgo en medio de un entorno hostil y remoto del glaciar tibetano Guliya, recolectando núcleos de hielo en cilindros de 100 metros de largo que contienen información vital sobre el pasado.
La mayoría de los genomas virales eran completamente desconocidos para el mundo de la ciencia y nunca habían sido descubiertos antes, por lo que, los virus encontrados pertenecen a nueve períodos antiguos diferentes, informó ABC News.
La investigación, publicada en Nature Geoscience, ofrece a los científicos una visión de cómo los virus se han adaptado a los cambios climáticos a lo largo de milenios, por lo que este descubrimiento ha multiplicado por 50 la cantidad de información viral del permafrost que los científicos habían recopilado hasta ahora.
Los investigadores analizaron cómo estos virus, que infectan bacterias, han evolucionado a lo largo de 41 mil años, en respuesta a la temperatura y otros cambios ambientales.
El descubrimiento se produjo tras una expedición en la que participó un equipo de 60 científicos chinos y estadounidenses, y en donde recuperaron varios núcleos de hielo del glaciar; el equipo tardó casi una década en catalogar los virus antiguos después de tomar las primeras muestras de los núcleos de hielo en 2015.
Sin embargo, en medio de la emoción que significa el hallazgo para la ciencia, los expertos alertaron que los virus antiguos atrapados en el permafrost durante decenas de miles de años podrían potencialmente infectar a los humanos y propagarse por todo el mundo.
Aunque confían en que, al compartir conocimientos y colaborar son las mejores formas de detener futuras pandemias y aseguran que por el momento los virus encontrados no desatarán una emergencia sanitaria, pues de acuerdo con Erin Harvey, viróloga de la Universidad de Sydney, la gran mayoría de los virus en el permafrost infectan bacterias, no a los humanos.
«Creo que es muy poco probable que los investigadores puedan descongelar algo que podría causar un problema… deberíamos estar mucho más preocupados por… las cosas nuevas que evolucionan en lugar de las cosas viejas que regresan», expresó.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR