Como estaba previsto, sin ningún tipo de sentido común, recato, decencia, pero con mucho servilismo hacia el agonizante LÓPEZ OBRADOR, en sede alterna -la más fea y tercermundista que encontraron- los diputados federales de Morena y sus compinches aprobaron la Reforma Judicial.
Conforme más leo de los “ajustes” que plantea el mal llamado “Plan C”, me escandalizo más, es terrible y significa un gran retroceso para el país, porque va más allá de una inminente aniquilación de la democracia, es la eliminación de contrapesos, pero también dejará al “pueblo bueno” indefenso, pero hay quien no lo quiere ver.
No habrá juez, magistrado o Suprema Corte que esté de lado de la gente, serán empleados del Presidente (a) en turno y servirán a los intereses del Movimiento de Regeneración Nacional y de los ex priistas y ex panistas que se pasaron a ese “partido político” cuando empezó a “hacer agua” el partido donde militaban, es la verdad.
No hay marcha atrás, porque desde el día 2 de junio, en que pudieron comprar suficientes votos y amañar lo necesario al INE para “arrasar” en las urnas, está cantado que irían con todo y sin mesura para reformar a su antojo la Constitución Mexicana.
Es una pena que canten al unísono “es un honor estar con Obrador” porque evidencian, todos, que no están con México ni con los mexicanos, están para servir al Dictador que ahí los puso, están para cumplir los deseos de quien decide si pueden avanzar en su carrera política para seguir sirviéndose de las arcas públicas.
Ahora desde el Senado se sabe que están presionando y amenazando a todos en la oposición para lograr un voto más que les dará lo necesarios para pasar sin conflicto la reforma.
La única tamaulipeca valiente que se pronunciará contra la devastación del país orquestada por Morena, será IMELDA SANMIGUEL, que contra todo pronóstico le ganó a GEÑO en las urnas y se colocó como la máxima triunfadora del PAN y virtual figura que podría contender en 4 años más, ni modo que otra, es tiempo de las mujeres.
Quienes hoy corean “es un honor estar con Obrador”, tendrán mucho que explicar cuando no haya poder judicial que evite desgracias y tragedias en la impartición de justicia selectiva que están promoviendo.
Es una mentira que el objetivo sea tener jueces y magistrados que no sean neoliberales ni que ganen menos que el Presidente, el objetivo es manipular el país y sus recursos económicos sin tapujos ni “estorbos”, es servirse del país a placer y sin consecuencias.
El México pobre ahora también será un pobre México.
¿Usted qué opina?
Por Omar Reyes
omarereyes@gmail.com