CIUDAD MADERO, TAMAULIPAS.- Para garantizar el agua 100 años a la población del sur de Tamaulipas, es necesario el tratamiento de las aguas residuales.
El costo sería menor que la construcción de una planta desalinizadora, proyecto que tardaría unos 15 años.
La compañía Chemours localizada en la colonia de Miramar, contempló traer una desalinizadora portátil, sin embargo al registrarse las lluvias, consideró que no era necesaria.
“Se puso en la mesa para el futuro, tarda 10 a 15 años construir una planta de tales dimensiones que tendríamos la necesidad de construir para abastecer esta zona”, declaró el presidente de la Mesa Ciudadana del Agua, Luis Apperti Llovet.
Dio a conocer que se puso en la mesa el proyecto de la desalinizadora, derivado de la emergencia de la sequía, “porque alguna de las empresas estaba viendo la opción de traer una planta portátil para solventar la crisis”.
Entre el proyecto para medir la profundidad de la laguna y la construcción de la planta desalinizadora no hay punto de comparación.
“Estamos hablando de centavitos a millones de dólares, son proyectos diferentes, pero finalmente llovió y no había necesidad de traerla, pero en la mesa se puso a discusión”.
Para Luis Apperti Llovet, el tratamiento del agua que se usa, serviría para garantizar el suministro a la población de Altamira, Tampico y Madero.
“Es pensar en un futuro, la realidad es que nuestro sistema lagunario es un regalo de la naturaleza, un regalo de Dios que bien cuidada, en donde toda al agua que usemos la tratemos y volvamos a usar, nos daría autonomía para 100 años”, terminó.
Por Óscar Figueroa
La Razón