Desde que el presidente López Obrador anunció que enviaría al congreso de la unión una iniciativa para reformar al poder judicial de la federación se ha dicho de todo, la oposición ha organizado marchas de protesta, plantones y movilizaciones para expresar su desaprobación a la idea de la modificación constitucional.
El punto central de la polémica, como se sabe, es que la mayoría de los adversarios del AMLO y del partido que gobierna el país no están de acuerdo en que los jueces, ministros y magistrados sean designados mediante el voto directo de los ciudadanos como propone el proyecto legal.
Como es del dominio público, en la sesión del 4 de septiembre los miembros de la Cámara de diputados federal, dominada por los legisladores de la 4T, aprobaron la propuesta presidencial por 357 votos a favor, 130 en contra y cero abstenciones, y el mismo día fue enviada al senado para su análisis, debate, igual que su eventual rechazo o aprobación.
La senadora de Morena, Ernestina Godoy, citó a los integrantes de las comisiones de puntos constitucionales para resolver el caso este domingo 8 de septiembre, fecha crucial para la reforma judicial, a fin de estudiar el documento y en el supuesto de aprobación, este pasará de inmediato al pleno de la cámara alta para la votación final.
Cabe señalar que a efecto de que la reforma obtenga el visto bueno de la mayoría de los senadores, el partido de la
Cuarta Transformación necesitará el voto favorable de 86 de los 128 legisladores que conforman el senado, pero, como es sabido, solamente tiene 85, en tanto que los 43 senadores que conforman la fracción antagónica han afirmado que todos votaran en contra.
Bajo esas circunstancias, el Movimiento Regeneración Nacional requiere de un solo sufragio, considerando que todos los senadores asistan a la asamblea, para sacar adelante la controversial reforma que se propone sanear a fondo al sistema de impartición de justicia de los graves vicios que padece y que impiden que, como dispone la carta magna, esta sea pronta, expedita y gratuita.
Sí uno solo de los opositores no acude y todos los morenistas asisten, la iniciativa, ya con la venia del poder legislativo, será enviada a los congresos estatales, en los que el partido guinda también tiene mayoría, para que una vez que estos la aprueben se proceda a su promulgación y publicación en el diario oficial para entrar en vigor.
Hoy se sabrá cuál será el desenlace de la discusión y qué tan sólidas son las convicciones políticas lo mismo que la honestidad de los opositores que estarán bajo el escrutinio de la opinión pública de la nación. También si, como lo han adelantado lograrán o no echar abajo el proyecto constitucional del obradorismo o sucumbirán ante la fuerza de los legisladores morenistas, la nueva aplanadora democrática.