TAMAULIPAS, MÉXICO.- Los productores de sorgo en Tamaulipas se preparan para un nuevo reto, ya que los estados de la región del Bajío, como Guanajuato y Nayarit, saldrán primero al mercado con su cosecha de grano rojo, desplazando a los tamaulipecos y captando a los principales clientes.
Esta situación dejará a los productores locales rezagados, al menos por 15 días, antes de que puedan comercializar su cosecha.
En algunas zonas del centro y sur de Tamaulipas, se comenzará a cosechar a finales de noviembre, mientras que los agricultores del Bajío ya habrán colocado su producto en el mercado para esas fechas.
Ángel Lara Martínez, productor de Ciudad Victoria, explicó en entrevista con Expreso que en las dos regiones mencionadas se siembran cerca de 150 mil hectáreas de sorgo, con una expectativa de producción de 3 toneladas por hectárea al cierre de este año.
Aunque estas expectativas brindan cierta seguridad económica, la competencia con los productores del Bajío representa un desafío.
«Vamos a enfrentarnos a que la región del Bajío, como Guanajuato y Nayarit, saldrá al mercado entre 15 y 20 días antes que nosotros, lo que significa que sus sorgos llegarán primero a los consumidores e industriales, dejando el sorgo de Tamaulipas en espera», explicó.
A pesar de la competencia, los productores tamaulipecos esperan que el precio por tonelada no caiga más de lo que ya ha bajado, lo que les permitiría evitar pérdidas significativas.
Actualmente, el precio oscila entre los 3,000 y 3,200 pesos por tonelada, lo que podría generar ganancias suficientes para cubrir los costos de producción.
«Muchos productores con los que he hablado confían en que tendremos una buena cosecha. Para el centro del estado, una buena cosecha significa más de 3 toneladas por hectárea, lo que permitiría cubrir los gastos y obtener algo de ganancia», señaló Lara Martínez.
Aunque no están conformes con el precio actual, entienden que es un factor determinado por los mercados internacionales.
«No estamos de acuerdo con el precio, pero sabemos que es algo que no se regula en el país», concluyó.
Por. Antonio H. Mandujano
EXPRESO-LA RAZÓN