Parece que la reforma que se discutirá y votará hoy en el Congreso de Tamaulipas ya cumplió con el objetivo para la que fue ideada en la bancada de Morena.
Ismael García Cabeza de Vaca se dio por aludido y dejó en veremos su integración a la Legislatura 66.
Ya lo decíamos la semana pasada. La presentación de esta iniciativa -polémica, incluso debatible en términos constitucionales- era una señal de que ahora sí, el grupo parlamentario de la 4T estaba entrando de lleno al juego político, con las armas que tiene a la mano.
Y el principal destinatario acusó el golpe.
En un pronunciamiento que parece calcado de los que tantas veces publicó su hermano el ex gobernador, el diputado plurinominal electo se victimiza y asegura que hay una persecución política en su contra.
“Morena modificará leyes para permitir que, sin el debido proceso y con el acceso de la policía al Recinto Legislativo, se pueda detener a cualquier legislador violando la Constitución y los Derechos Humanos. Este no es más que un intento de eliminar los contrapesos anulando la división de poderes para callar a quienes exigimos transparencia y por sobre todo justicia”, asegura.
Lo que va a pasar hoy en el Congreso es que se reformarán algunas leyes para limitar el fuero constitucional del que gozan actualmente los diputados locales.
La principal modificación a la norma actual implicaría que los legisladores que enfrenten procesos por delitos presuntamente cometidos antes de rendir protesta, sí puedan ser detenidos para que enfrenten a la justicia.
Además, las fuerzas de seguridad tendrían facultades para ingresar a la sede legislativa para aprehender a un diputado en caso de entrar en ese supuesto, y de que lo autorice la Mesa Directiva.
Sería ingenuo pensar que quienes redactaron esta propuesta que será votada hoy en el Pleno, no pensaron en Ismael como vivo ejemplo de los alcances de la reforma.
Lo cierto es que con su carta de ayer, el ex senador confirmó lo que se sospecha desde hace meses.
Primero, que la Fiscalía General de la República sí mantiene abiertas carpetas de investigación que lo involucran en actos de desvíos de recursos.
Segundo, que ante la imposibilidad de seguir en el Senado, veía su llegada al Congreso del Estado, como su boleto para obtener fuero y poder entrar a México.
Porque todo esto ocurre mientras la futura mini bancada panista lleva a cabo los preparativos para la próxima legislatura, con diversas actividades internas, y en ninguna ha participado el ex senador.
El problema para el PAN en Tamaulipas es que el suplente de Ismael también enfrenta problemas con la justicia: Jesús Salazar Anzaldúa está vinculado a proceso por presuntos actos de corrupción cometidos durante su paso por la Secretaría de Administración.
El partido ahora paga la consecuencia de haber entregado todo el control a los cabecistas.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES