CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Con más de tres décadas de historia, el mercado de abastos de Ciudad Victoria se ha convertido en un símbolo del abandono comercial.
A pesar de su potencial como un centro de abastecimiento de gran relevancia, la mayoría de sus instalaciones están en ruinas: locales cerrados, polvo acumulado y escombros en su interior.
Solo un pequeño grupo de puestos sobrevive en el exterior, mientras que el interior del mercado es dominado por la soledad y la basura.
A lo largo de varias administraciones municipales, se han presentado planes para revitalizar este mercado.
En 2017, durante la gestión de Óscar Almaraz, el ayuntamiento ofreció más de 100 locales que fueron limpiados y puestos en renta a un precio accesible de 300 pesos mensuales.
Sin embargo, los comerciantes nunca llegaron. Según el jefe de la oficina fiscal de aquella época: «Los locales ya se habían asignado, pero creo que a las personas no les interesó».
Un mercado
vacío y olvidado
Un recorrido por el lugar revela algunos pocos puestos en la zona poniente, donde se venden plásticos, desechables, frutas y una fonda.
En el área norte, el abandono es evidente tras el cierre de negocios que alguna vez ofrecieron pescados y pollos asados.
En la parte trasera del mercado, talleres y refaccionarias vigilan para evitar que extraños ingresen, ya que todo el complejo está bajo candado y cadena, buscando protegerlo de robos y actos vandálicos.
Entre los pocos comerciantes que aún sobreviven en este mercado fantasma se encuentran Ariel Rodríguez, dueño de “Desechables y Más”, y Doña Nati, quien mantiene una pequeña fonda en el interior. Ambos forman parte del reducido grupo de comerciantes que aún resisten, más de 20 años después de haber llegado.
Por: Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON