ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- La vigilante canina más longeva del Complejo Administrativo de La Retama de Altamira murió, llevaba por nombre La Gorda.
Fue en el 2015 cuando se inauguraron las oficinas administrativas y la gorda, fue la primera que llegó, se le podía observar en la entrada de los edificios sin que nadie la molestara, se ganó el cariño de los empleados y de la gente que acudía a realizar algún trámite.
Tal y como pasa con una gran cantidad de perros y gatos, todo indica que la gorda fue abandonada.
La perrita tenía una edad aproximada de 15 años y después llegaron otros ejemplares, todos tenían su casita de madera en la entrada de las oficinas.
Hace unos meses fueron reubicados el resto de los perros y solamente quedó La Gorda, al poco tiempo empezó a tener un deterioro en su salud.
Además de la Gorda, en las instalaciones de la Retama vivían el Rocky, Capitán y la Chiquis, todos ellos bajo el cuidado de la activista independiente, Karina Rodríguez.
Cuando estaban juntos, los cuatro perritos eran territoriales y no permitían que otros perros ingresaran, desde entonces fueron llamados los guardias caninos.
Los perritos sufrieron muchos percances, pero la activista siempre estuvo al pendiente, no tan solo de su alimentación, sino de su estado de salud.
Por Óscar Figueroa
La Razón