Después de la pérdida de la elección por la gubernatura en 2022, César Augusto “Truco” Verástegui Ostos decidió mantener un perfil bajo, anonadado ante el resultado de su aventura.
Meses atrás había rechazado vehementemente marcar una distancia con Francisco, entonces gobernador, para ganar legitimidad y quitarse muchos de los negativos que le generaba su cercanía con Cabeza de Vaca. El fracaso fue la prueba de su equivocación.
Luego vino el proceso de transición y el relevo. Con los meses, la cofradía cabecista se replegó, pero al mismo tiempo se negó a irse y dejar totalmente los espacios que había copado durante el sexenio anterior.
Pero las cosas cambiaron y el escenario político también. Hoy, Francisco está fuera del país y no pudo ser candidato a diputado federal; “Truco” se quedó con esa posición, Luis René “Cachorro” Cantú perdió la elección a la Alcaldía de Reynosa pero se mantiene enquistado en la dirigencia estatal del PAN, mientras que Gerardo Peña Flores, su hermano Ismael y Vicente, fraterno de “Truco”, llegaron al Congreso local por la vía plurinominal.
Los tres integran la cofradía cabecista que a dos años de haber perdido el poder estatal, se resiste a soltar lo que les queda. Justo ayer, Ismael llegó al Congreso para integrarse como legislador, protegido por un amparo contra cualquier orden de aprehensión.
La historia de su incorporación al Congreso quince días después de haber iniciado la actual Legislatura tiene que ver con su temor a ser detenido, pues los diputados salientes establecieron una medida de control de accesos y registro de los nuevos miembros de ese Poder, pero lo hicieron tan burdo que fue fácil echar abajo esa disposición.
Luego, mientras resolvía el tema del amparo y podía llegar con su fuero, Ismael aprovechó para embestir mediáticamente al gobierno estatal y a sus compañeros diputados de Morena.
La última semana, sin embargo, nos mostró cómo las cosas han cambiando, cómo se van moviendo y cuál parece ser la estrategia que utilizarán los cabecistas para mantenerse como actores protagónicos, aún por encima de lo que sigue representando el partido.
Aunque los tres como los demás legisladores son panistas, hay que subrayar que responden a los intereses de Francisco, el exgobernador. No es lo mismo pertenecer a la cofradía cabecista, que al panismo estatal. Las diferencias son notables, pero no todos lo entienden así.
El punto es que en la última semana, la tríada cabecista que quiere el protagonismo en el Congreso, encontró la manera de ocupar espacios mediáticos, aunque sea cuestionable la manera en que lo hacen.
Primero, las publicaciones en redes sociales en las que Gerardo defendía a Ismael; luego, la débil defensa de éste de su ausencia en el Congreso, debido a que oficialmente estaba enfermo de Covid y no podía asistir a la toma de posesión, por lo que pidió que se hiciera de manera virtual.
Después, el fin de semana, cercanos a Vicente Verástegui Ostos difundieron información de lo que parecía un secuestro, que a final de cuentas se supo había sido solamente un intento de plagio, con muchas dudas sin aclarar.
Dado el antecedente que existe, con un caso parecido en esa familia y por el clima de inseguridad que prevalece en la zona cañera, en lo personal sí me parece que habría que considerar la posibilidad del frustrado secuestro.
Pero el caso es que esa situación fue aprovechada por la misma cofradía: Desde Francisco en el exilio, Ismael en su ausencia y Gerardo en el Congreso, exigieron a las autoridades una actuación firme y acusar presunta falta de firmeza, pero a todo le dieron un sesgo político.
Menos de 24 horas después las cosas se asentaron y parece que no fue lo que se dijo, pero por lo pronto la situación fue aprovechada por los cabecistas para llamar la atención, acusar y querer desviar la atención del fondo del asunto: Sobre los tres existen denuncias por presuntos actos violentos cometidos meses atrás en contra de personal del Congreso.
Eso, sin soslayar que Gerardo Peña fue inhabilitado para ocupar cargos públicos, pero un amparo le ayudó a eludir esa sanción administrativa.
Vicente e Ismael están en las mismas, pero además hay que recordar que ambos son parte de ese reducido grupo cercano a Francisco, que se benefició de muchas maneras durante el sexenio pasado.
Con sus argumentos que eluden referirse a sus pendientes legales, Ismael busca que la gente se olvide que está bajo sospecha de presuntos delitos, desde el tiempo en el que su hermano Francisco fue acusado por la Fiscalía General de la República (FGR).
En cuanto al tema de Vicente y la sospecha de intento de secuestro, es cuestionable que pese al esfuerzo que hicieron las autoridades para tratar de localizarlo y ponerlo a salvo, finalmente no reconociera el trabajo realizado.
La percepción que generan con sus actitudes los integrantes de la tríada cabecista que quiere tener protagonismo en esta naciente Legislatura, los retrata de cuerpo completo como personajes que van a recurrir a todas las tretas posibles para tratar de atraer la atención mediática, para no enfrentar las discusiones sobre su situación legal.
EL COMPROMISO DE MÓNICA CON LA SEGURIDAD
En las últimas semanas, las denuncias públicas a través de redes sociales apuntan hacia un resurgimiento de delitos con violencia, como el asalto en autobuses a plena luz del día en Tampico.
Ayer, la Alcaldesa porteña, Mónica Villarreal reconoció que extraoficialmente se habla de un par de asaltos a unidades del transporte público, pero afirmó que no existen reportes oficiales.
Sin embargo, anunció que pedirá el apoyo de la Guardia Estatal para que mediante patrullajes se refuerce la seguridad y los ciudadanos estén tranquilos.
Es probable que también pida a los oficiales de la Guardia estar atentos ante el aumento en el número de robos a casas habitación, que se han reportado en el mismo lapso en la zona norte de la ciudad.
El asunto debería preocupar a todos, porque una de las características de Tampico en los últimos seis años fue precisamente la seguridad para ciudadanos y comercios, pero tranquiliza el hecho de que Mónica se ha comprometido a que esos tiempos no regresen y que buscará la manera de garantizarle a la gente la paz y la seguridad a la que está acostumbrada.
Por. Tomás Briones
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