CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En Tamaulipas existen 10 polvorines debidamente registrados ante el gobierno estatal, estos ubicados en diferentes municipios.
Pero es en su capital, Victoria, existen de entre 4 a 5 de estos, por lo que hace que en esta importante ciudad del Estado, se venda la mayor parte de los fuegos pirotécnicos que se utilizan al año.
Así lo dio a conocer el coordinador de Protección Civil (PC) en Tamaulipas, Luis Gerardo González de la Fuente, quien al ser cuestionado sobre la próxima temporada decembrina, donde el uso de cohetes incrementa exponencialmente, destacó cómo es que la Perla tamaulipeca cuenta con posiblemente el 50 por ciento de los negocios donde se venden muchos tipos de explosivos a nivel Estado.
Agregó además que ya empezaron a conversar con los dueños de locales pirotécnicos para que tengan todo en orden e cuanto empiece la temporada alta de ventas, además, precio a esta, se les dará una capacitación del manejo del lugar en caso de alguna situación adversa.
La comercialización, arranca en diciembre y se espera que a partir del primer día de dicho mes las ventas sean muy altas.
González de la Fuente expuso que también están solicitando a la iglesia católica una agenda de peregrinaciones y que se especifique qué tipo de cohetes utilizarán para efectuar sus labores operativas directo en la posible contingencia.
“Registrados en la coordinación son cerca de unos 10 en todo el Estado de Tamaulipas. En Victoria son cuatro; más o menos cinco, aquí ahí es donde hay más”.
“Ya entablamos conversación con los dueños o venta de pirotecnia, que contaran con sus permisos, como todos los años, estos dos años que hemos estado al frente de la administración, vamos a tener capacitación hacia ellos en el uso de extintores, evacuación, cabe recalcar que, bueno, no los hemos soltado, y en cuanto a peregrinaciones o posadas, etc., hemos enviado también unos oficios para que nos hagan saber qué tipo de pirotecnia van a detonar, en qué días, para estar preparados, esto más que nada con las iglesias”, finalizó.
Por Antonio H. Mandujano