En el 2024 ha habido claros- oscuros importantes; A nivel mundial la recuperación post pandemia a nivel mundial la tecnología, la inteligencia artificial, y las energías renovables mostrando avances significativos. Más países y empresas se han comprometido con metas ambiciosas de carbono neutralidad, implementando políticas públicas y proyectos en favor de la transición energética, aunque no han sido suficientes para obtener los resultados esperados pero la desigualdad económica y social, las tensiones geopolíticas, el deterioro al medio ambiente, la fragmentación política y el aumento del populismo dificultan la implementación de políticas a largo plazo, han erosionado la confianza en las instituciones democráticas.
En México se ha dado la gran oportunidad del nearshoring que aún no se ha podido consolidar esta oportunidad única para el crecimiento del país y el bienestar de la población. El 2024 terminará con una (aparente) estabilidad económica, pero con un crecimiento en los índices de violencia al alcanzar más de 30 mil asesinatos en el año, en salud, México registró una tasa de mortalidad de 665 por cada 100,000 habitantes, esta cifra es peor que el promedio de la OCDE, la cual se ubicó en 237 . Existen 50 millones de mexicanos sin servicios de salud.
En 2025 enfrentaremos retos muy importantes, a nivel global tendremos que encarar: Al cambio climático que sigue siendo una de las mayores amenazas globales aquí los gobiernos deberán acelerar la transición hacia economías bajas en carbono. La desigualdad económica y social, la creciente desigualdad entre países y dentro de ellos generará tensiones sociales y políticas, aquí también los gobiernos deberán crear una economía equitativa. La competencia entre potencias como Estados Unidos, China y la Unión Europea continuará moldeando el orden mundial, con un impacto en el comercio, las políticas migratorias y la seguridad global.
Donald Trump sin duda jugará un papel importante en los retos del año por venir: Mantendrá una postura dura hacia China, con énfasis en disputas comerciales y la competencia tecnológica. Es probable que continúe priorizando políticas proteccionistas y de sanciones.
Endurecerá las políticas migratorias, con posibles tensiones con México, y como ya lo anunció, de hecho es esperado que desde el primer día de su mandato inicie una deportación masiva a la que seguramente le dará mucha publicidad: valorará considerar a los narcotraficantes como narcoterroristas lo que podría justificar intervenciones militares unilaterales, habría un incremento de drones, vigilancia y agentes estadounidenses operando cerca o incluso dentro del territorio mexicano entre otras acciones.
Para México, entre los principales retos son: La inseguridad que sigue en todo lo alto y en que en caso de que Trump declare el narcoterrorismo alborotara “el avispero” lo que empeorará las condiciones del país mientras se resuelven los altos índices de violencia vinculados a los cárteles de drogas, la corrupción y las fallas en el sistema judicial. Los resultados de crecimiento económico durante los últimos meses no auguran un buen año en 2025. La secretaria de Hacienda estimo que con un crecimiento del 4% se podría compensar el déficit fiscal, en estos momentos lo que pareciera en el mejor de los casos es un estancamiento, que, por otra parte, nos pudiera llevar a perder el grado de inversión (el fantasma del 94 rondando).
La falta de acceso a servicios de salud y educación, junto con la informalidad laboral, son problemas urgentes que deberían ser prioritarios en la agenda del gobierno, pero pareciera que los problemas financieros que enfrentará no les permitirá avanzar mucho en estos temas. Otros temas para resolver son el cambio climático y manejo de recursos naturales, la escasez de agua y la degradación del suelo, que probablemente tampoco tengan la mayor prioridad en su atención adecuada por falta de recursos.
La gestión de flujos migratorios y la política exterior en relación con Estados Unidos y otros socios comerciales será clave para garantizar la estabilidad social y económica, no parece que el gobierno estime que México pierda su permanencia en el TMEC, sin embargo, este riesgo existe, aquí se requiere de gente con mucho talento para las negociaciones y la apertura necesaria para implementar soluciones creativas que no afecten nuestra economía.
Otros retos relevantes son: equilibrar sus intereses energéticos con la sostenibilidad, enfrentar los desafíos en infraestructura y urbanización. Nuestro país enfrenta un panorama con desafíos importantes, pero también oportunidades únicas. Para superar los retos, será clave mantener políticas macroeconómicas responsables, aprovechar el impulso del nearshoring, gran apertura y capacidad del gobierno para salir adelante ante estos retos.
Por. Francisco de Asís