CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El Centro de Atención y Protección a Niñas, Niños y Adolescentes, ubicado en Victoria, sería habilitado como albergues en caso de que se cumpla la amenaza de Donald Trump de iniciar un proceso masivo de deportaciones.
El gobernador Américo Villarreal Anaya y la presidenta del DIF Estatal, María de Villarreal, supervisaron la tarde de este lunes las instalaciones de este centro, con el propósito de estar debidamente preparados ante cualquier contingencia que pudiera presentarse en el tema migratorio.
“El propósito es estar preparados, tener todo debidamente planeado y poder estar en condiciones de atender a nuestros connacionales”, expresó el gobernador durante el recorrido por las diversas áreas de este centro que cuenta con capacidad para albergar a 125 personas, el cual, en caso de requerirse, podría ampliarse para recibir hasta a 200 personas.
Acompañado por el secretario general de Gobierno, Héctor Joel Villegas, y la representante federal del Instituto Nacional de Migración en Tamaulipas, Marcela Rueda Luna, el gobernador giró indicaciones a la Secretaría de Obras Públicas del estado para realizar un levantamiento topográfico y definir el espacio que podría ampliarse, incluso para una probable instalación de carpas que den refugio a las y los migrantes en tránsito.
El gobernador también supervisó las áreas de cocina, enfermería, atención médica, lavandería, bodega, el salón de enseñanza y el espacio deportivo que incluye una pista de tartán, y consideró que este Centro del DIF Tamaulipas, el cual se encuentra totalmente bardeado y con iluminación suficiente, cuenta con la capacidad operativa y reúne las condiciones para brindar un trato digno y humanitario a quienes lo requieran ante una probable deportación masiva de Estados Unidos.
En este recorrido, el gobernador y la presidenta del DIF Tamaulipas estuvieron acompañados también por: Jorge Alberto Galván Garcés, procurador de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes del DIF Estatal; Luis Lauro Reyes Rodríguez, delegado de Programas Federales para el Bienestar; Luis Gerardo González De la Fuente, coordinador estatal de Protección Civil; y Francisco Guzmán Torres, en representación de la Secretaría de Obras Públicas.
En las últimas semanas, albergues en ciudades como Matamoros, Reynosa, Saltillo y Piedras Negras han registrado un aumento de migrantes nerviosos ante las políticas anunciadas por el presidente electo Donald Trump, quien ha prometido cerrar la frontera a la migración desde el inicio de su mandato, programado para el 20 de enero.
Con las medidas implementadas por Biden, los migrantes podían gestionar su solicitud de asilo mediante la aplicación CBP One, acudiendo a un puente fronterizo únicamente el día de su cita. Esta alternativa permitió que la mayoría optara por esperar en territorio mexicano, donde enfrentaban menos riesgos relacionados con el crimen organizado.
La activista Gladys Cañas, que da asesoría y apoyo a migrantes, reveló que a su oficina en Matamoros han llegado estos extranjeros que se desistieron del «sueño americano», pese a que estaban bajo un proceso de asilo en territorio estadounidense desde hace algún tiempo.
«Están entrando en pánico», dijo Cañas, «porque oyen que quieren deportar a 11 millones de personas y que una vez detenidos van a estar mucho tiempo en los centros de detención.
Por Staff
Expreso-La Razón