La historia de Nina Kulagina, la mujer rusa con poderes de telequinesis, se convirtió en uno de los casos más intrigantes. Aunque muchos decían que sus poderes sobrenaturales eran falsos, se dice que, en repetidas ocasiones, pudo demostrar lo contrario.
Ella aseguraba que sus habilidades eran resultado de la concentración y la fuerza psíquica. Además, decía que dichas capacidades habían sido heredadas de su madre y que llevarlas a cabo no era una tarea sencilla, ya que experimentaba intensos dolores lumbares al desempeñarlas.
¿Quién fue Nina Kulagina?
Nina Sergeyevna Kulagina fue una mujer rusa nacida en Leningrado en 1926, quien se volvió popular gracias a los poderes psíquicos que supuestamente poseía, entre los cuales destacaba la telequinesis, una capacidad que le permitía trasladar objetos con la mente.
Con tan solo 14 años, tuvo que unirse al Ejército Rojo para luchar contra la invasión alemana y adaptarse a las condiciones de aquella época. Aunque eso sí, sobresalió del resto gracias a su inigualable inteligencia y extraordinarias capacidades.
Aunque llegó a convertirse en sargento mayor, dejó la lucha tras ser gravemente herida. No obstante, pudo recuperarse y construir su propia vida junto a un ingeniero naval, miembro del Partido Comunista, de nombre Viktor Vasilievich Kulagin, con quien se casó y tuvo un hijo.
En 1964, mientras Nina estaba en el hospital recuperándose de una crisis nerviosa, sorprendió a los médicos cuando descubrieron que era capaz de meter su mano en una cesta y elegir el color de los estambres sin mirar.
Después de que los doctores la contactaran con parapsicólogos rusos, ella aceptó participar en diferentes experimentos. Durante una prueba realizada el 10 de marzo de 1970, Kulagina intentó elevar el ritmo cardíaco de un médico presente en la sala que se mostraba escéptico ante sus poderes. Se dice que, en aquella ocasión, Nina Kulagina logró su cometido.
¿Qué poderes tenía Nina Kulagina?
De acuerdo con su propia familia, Nina Kulagina era capaz de adivinar lo que otras personas llevaban en sus bolsillos. Además, podía identificar a las personas enfermas y señalar los tipos de padecimientos que los aquejaban.
Por otra parte, su esposo decía que cuando ella se enojaba, las cosas comenzaban a moverse de lugar y que, en algunas ocasiones, incluso los objetos podían llegar a romperse.
A lo largo de su vida, la mujer rusa que poseía poderes mentales fue examinada en por lo menos 25 laboratorios diferentes y en diversos institutos psiquiátricos, de radio, de electrónica y de ciencias. Además, participó en decenas de experimentos que fueron registrados en documentos, algunas de ellos quedaron filmados.
Muchas de estas pruebas se llevaron a cabo en el Instituto de Mecánica de Precisión y Óptica de Leningrado, bajo la supervisión de casi 40 personas, entre los que figuraban físicos, químicos, psiquiatras y neurólogos, quienes antes de iniciar con los estudios inspeccionaban el lugar meticulosamente para descartar que se tratara de un fraude.
¿Nina Kulagina realmente tenía poderes?
Aunque Nina Kulagina fue sometida a repetidas investigaciones y experimentos, los científicos de aquella época no pudieron comprobar de forma concluyente que sus poderes psíquicos fueran reales.
A pesar de las demostraciones que hizo, la falta de evidencia sólida y las teorías que la acusaban de fraude impidieron que sus sorprendentes habilidades fueran aceptadas como auténticas, provocando que su caso se convirtiera en uno de los más intrigantes de la historia.
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CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO