+En memoria de Manuel Montiel Govea y Maria Isabel Arreola Loperena de Avilés+
En el imaginario janambre existen dos especímenes que habitan la capital tamaulipeca: los victorenses y los victorianos.
La ciudad que prácticamente divide al Noreste de la Huasteca, la forma de ver la vida, la forma de ganarla y en particular todo lo que se respira tiene que ver con la burocracia y la política.
Pero sus extirpes, en su mayoría emanadas del priismo jurásico, desde la cima del Everest ven al resto de los mortales como se parten el pastel de la ciudad con rebanadas cada vez más pequeñas, diminutas.
Y es la misma catástrofe que derrumbó al priismo octogenario que diezmó a sus elites que generación tras generación habían logrado perpetuar sus intereses dentro de ese esquema.
Los victorianos, desde entonces se replegaron ante las persecuciones o en su efecto aprovecharon la coyuntura para tejer alianzas con los cabecistas que poco interés tomaron en ellos dado a su regionalismo TexMex ‘wannabe’ Yellowstone.
Y mientras todos los mortales padecimos la crisis institucional de Victoria como municipio, los victorianos de hueso colorado contemplaban la desgracia de la ciudad gracias a sus disputas que aceleraron el derrumbe del priismo y entregaron el poder sin resistencia alguna a CDV.
Principalmente entre los grupos de dos ex gobernadores victorenses. Todo lo sucedió después debería de ser historia, pero no será así. En un nuevo episodio del melodrama janambre las pugnas por el municipio trascienden colores, personajes actuales y se concentra en un duelo de patriarcas, plus un ex alcalde empresario.
Probablemente cualquier tentativa de desarrollo urbano que se presente ante el municipio tiene (sí, ya tiene) y tendrá que ver con el norte de la capital tamaulipeca, específicamente en ¡áreas ejidales!.
Afortunadamente, ¿Afortunadamente? Vivimos la era de la 4T y el despojo de tierras por más ‘legaloide’ que parezca no deja de ser eso y si bien a la ciudad ya le falta desarrollo no debería de ser al costo de la población más vulnerable, y vulnerada.
Como sucedió con todo el complejo residencial que actualmente se encuentra en las inmediaciones del HRAE y La Salle, aprovechados muy bien en 2005 por la pandilla de ese entonces para apropiarse de los terrenos practicamente al margen de la Ley.
Si ya es un debate a nivel mundial que no se construyan muros como señal de apartheid social en muchas zonas residenciales, transformar áreas ejidales “comunitarias” pues más… o al menos eso se supone en el contexto histórico cuatroteísta.
Y al parecer otra vez más desde que se derrumbó Jurassic Park, campus Bulevar Praxedis Balboa, victoria mantiene su fragilidad por el mismo duelo cuyas consecuencias políticas le abren la puerta a todos los cabecistas, que por cierto. Cabeza de Vaca por cierto hizo al ex alcalde su compadre, y hasta a su rancho dicen que huyó durante el fallido proceso de desafuero.
Otra alerta roja que se enciende en el morenismo victorense por quienes construirán una fase más de la ciudad, mientras las existentes urgen y merecen la atención de los tres niveles de gobierno.
Y ante el escenario convulso que constantemente se da entre el morenismo a nivel nacional, estatal y local, sería pertinente aplicar la máxima Ley de la política.
Para rebasar siempre se hace por la izquierda.
POR PEDRO ALFONSO GARCÍA RODRÍGUEZ
@pedroalfonso88
