Asistimos a la exposición de Verónica Casanova, Los Tiempos, muestra que hilvana la trayectoria de la joven artista en una serie de obras donde impera la forma sobre el color y que es un delicado retrato de su potencial de artista emergente.
Bien se dice que los pintores mas viejos mejores, pero los artistas en potencia son mas que una aventura, una consolidación de afrechar el arte de nuestros días que bien se ramifica por todos los sentidos, estos que son la simbología de las firmas al tacto ilusorio de los ojos.
Así el arte es una ilusión que disfrutamos, que gozamos los espectadores, los viejos testigos amantes del arre. Casanova nos lleva a uno a uno al display en su corto tiempo de está vida que comienza por el arte en el que madura esta ilusión de plasmar ya naturaleza muerta, ya formas funcionales, que crean en ocasiones esquemas mas decorativos que pictóricos.
Quiero decir con esto, que realiza obras convencionales de un fondo decorativa sin emplear a fondo sus recursos plásticos, que ya los tiene. Porque en la presente muestra da forma a estos, en sus variantes representaciones con aciertos de diseño aplicables a la a escultura o la decoración mural, pero que también cae en lo monótono, en la solución fácil esquemática con pertenencia a lo comercial y olvidando la potencia plástica que observo en algunas de estas obras que en la claridad del atrio del Centro Cultural Tamaulipas.
Porque me encuentro con una joven artista que busca formas casi similares a soluciones de artistas contemporáneos, y esto no es malo, los artistas tenemos las sombras de otra de idea y colores de artistas que llenan nuestro panorama.
Repito no es malo aprender y probar con soluciones de otros artistas, pero es bueno apreciar sus hallazgos, la solución pictórica de ciertas obras que nos enseñan la calidad de Verónica Casanova, su empuje a estas cortos años que nos presentan a un artista de fuelle, con capacidad de respirar en aguas profundas del arte contemporáneo, porque demuestra con algunas obras que se siente su acabado, y excelente solución plástica, donde yo encuentro la verdadera veta de nuestra joven pintora. me trae donde juega con la mancha, y el dominio del color, sus combinaciones. No me gusta sus esquemas a veces estáticos, en función de lo decorativo, que si es valido comercialmente no hay un marco estético que lo soporte.
Si es joven y vital debe jugar mas con la mancha y arriesgar con el color, me gusta mucho por ejemplo el cadre de frutas donde ka solución des totalmente sensual, cuestión que puede manejar con mayor riesgo en su obra futura.
Incluso la obra más representativa contiene aspectos escultóricas y decoración mural con mayor ambición. Lo importante es probar y correr los riesgos de esta de soluciones soluciones gráficas pero que la distinguen de la camada de mujeres artistas de nuestro estado, que creo y se distingue por su vitalidad y entrega.
En el arte la continuidad con un armamento de lo fecundo de la imaginación, Vero Casanova tiene la entereza para seguir adelante en tanto que someta a la autocritica su trabajo, saber jugar las cartas de lo comercial y lo verdaderamente estético de las formas.
Siempre será recomendable confrontar su obra con otros artistas contemporáneos, visitar museos, leer, escudriñar para encontrar. Le deseo lo mejor, porque tiene los arrestos para conseguir y sortear sus ambiciones estéticas.
Invito al público a admirar esta muestra Los Tiempos de Verónica Casanova, joven pintora que es una grata revelación y que pasó por talleres de arte que justifican este aprendizaje y ambicioso proyecto de vida. Presentamos aquí algunas muestras de esta exposición que se encuentra en el atrio del Centro Cultural Tamaulipas.
POR CARMEN EUGENIA