23 marzo, 2025

23 marzo, 2025

Hernia discal: causas, síntomas y prevención

La hernia discal es un problema de salud que involucra la columna vertebral y que afecta la movilidad

La salud es uno de los temas que más preocupa a las personas, especialmente cuando se trata de movilidad, ya que influye en la calidad de vida y la autonomía. Ante esto, existe un problema común que puede limitar las actividades cotidianas se trata de la hernia discal; aquí te explicamos qué es, cuáles son sus principales causas y cuáles son los síntomas.

La hernia discal es un problema de salud que involucra la columna vertebral y que afecta la movilidad. A pesar de ser una condición frecuente, muchas personas desconocen qué es exactamente, cuáles son sus causas y cómo reconocer sus síntomas.

Hernia discal: Cómo surge y dónde suele localizarse
Una hernia discal surge cuando el núcleo interno de un disco intervertebral, que tiene una consistencia gelatinosa y cuyo objetivo es absorber los impactos entre los huesos de la columna, se mueve fuera de su lugar.

Cuando esto sucede, las vértebras presionan los núcleos internos y las raíces nerviosas cercanas, generando así un dolor intenso. Las localizaciones más comunes de la hernia discal son la zona lumbar o la parte baja de la espalda, y la zona cervical, es decir, en el cuello.

Causas de la hernia discal
Las principales causas de la hernia discal incluyen varios factores, desde la edad, hasta lesiones graves o malas posturas. A continuación, te explicamos en detalle cada una de las causas más comunes:

Envejecimiento

A medida que envejecemos, los discos intervertebrales pierden su flexibilidad y capacidad de absorción de impactos. Este proceso natural, conocido como degeneración discal, aumenta el riesgo de que los discos se desplacen y causen una hernia. La pérdida de agua en los discos y su consiguiente deshidratación los hace más propensos al daño.

Obesidad

El exceso de peso aumenta la presión sobre la columna vertebral, lo que puede generar un desgaste prematuro de los discos intervertebrales. La obesidad es una de las principales causas de las hernias discales, ya que el sobrepeso obliga a la columna a soportar más peso de lo recomendado.

Posturas incorrectas

Mantener posturas inadecuadas durante largos periodos de tiempo, ya sea sentado frente a una computadora o de pie, puede generar tensiones en la columna y afectar la salud de los discos intervertebrales.

Lesiones

Accidentes de tráfico, caídas o golpes directos en la espalda o cuello pueden dañar los discos intervertebrales y provocar una hernia. Estos traumatismos son una causa frecuente de la hernia discal en personas jóvenes.

Falta de ejercicio

El sedentarismo es otro factor importante en el desarrollo de hernias discales. La falta de actividad física debilita los músculos que soportan la columna vertebral, lo que aumenta el riesgo de que los discos sufran daños. Realizar ejercicios de fortalecimiento de la espalda y el abdomen puede ayudar a prevenir la hernia discal.

Sobre carga de esfuerzo

Levantar objetos pesados sin la técnica adecuada o realizar movimientos repetitivos y forzados puede generar un esfuerzo excesivo en la columna vertebral. Esto puede ocasionar la ruptura de los discos y el desplazamiento del núcleo, lo que resulta en una hernia discal.

Síntomas de la hernia discal
Los síntomas de la hernia discal pueden variar según la localización de la hernia y la gravedad del daño. Sin embargo, generalmente se presentan síntomas comunes que incluyen:

Dolor en la espalda o cuello

El dolor en la espalda baja o en el cuello es el síntoma más frecuente de la hernia discal. Este dolor puede ser constante o intermitente, y generalmente se agrava con movimientos o actividades físicas.

Dolor en extremidades

Cuando la hernia discal afecta a la zona lumbar, el dolor puede pasar hacia las piernas, causando lo que se conoce como ciática. En el caso de la hernia cervical, el dolor puede irradiarse hacia los brazos, lo que afecta la movilidad de las manos.

Entumecimiento y hormigueo

El entumecimiento o la sensación de hormigueo en las extremidades, como las manos o los pies, es otro síntoma común. Esto ocurre cuando la hernia discal presiona los nervios que conectan la columna con las extremidades.

Debilidad muscular

La compresión de los nervios puede llevar a la debilidad en los músculos cercanos, lo que dificulta realizar actividades cotidianas como caminar, levantar objetos o sostenerse de pie por mucho tiempo.

Dificultad para moverse

El dolor y la incomodidad generados por una hernia discal pueden limitar la movilidad, afectando la capacidad para realizar tareas cotidianas.

¿Cómo prevenir la hernia discal?
La prevención de la hernia discal es posible con algunos hábitos saludables que protegen la columna vertebral. Aquí te damos algunas recomendaciones clave para evitar este padecimiento:

Mantén una buena postura: Sentarse y pararse con la espalda recta reduce el estrés en los discos intervertebrales y previene la aparición de hernias discales.

Realiza ejercicio: El fortalecimiento de los músculos de la espalda y el abdomen ayuda a mantener una postura adecuada y mejora la estabilidad de la columna.

Levanta objetos correctamente: Al levantar peso, asegúrate de doblar las rodillas y mantener la espalda recta para evitar lesiones en la columna.

Controla tu peso corporal: Evitar el sobrepeso reduce la presión sobre la columna vertebral y previene la degeneración de los discos intervertebrales.

La hernia discal es una enfermedad que en ocasiones puede llevar tratamientos de fisioterapia o intervenciones quirúrgicas, en casos más graves. Por ello, ahora que sabes qué es y cuáles son los síntomas, es mejor prevenir este padecimiento con prácticas saludables.

CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR

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