El fin de semana, la zona conurbada será el epicentro de la política estatal, por la celebración del tercer informe del gobernador.
El documento será entregado el sábado muy temprano ante el Congreso de Tamaulipas, y al mediodía, Américo Villarreal Anaya emitirá un mensaje en el Centro de Convenciones, conocido como ExpoTampico.
Acaso para evitar excesivas elucubraciones (aunque esas sean ineludibles), el mandatario detalló el lunes que el ejercicio de presentar su informe fuera de la capital, se repetirá los próximos años, seguramente en ciudades de la frontera.
Por lo pronto, este sábado el gobernador llega a una región muy distinta -en términos políticos- respecto a lo que era apenas hace unos meses.
Hasta junio del año pasado, Tampico seguía siendo el bastión panista por excelencia, una joya que atesoraba la oposición.
Hoy, los tres alcaldes de la zona metropolitana pertenecen a Morena, algo que no ocurría desde hace casi dos décadas, y además han tejido una alianza con la que prometen trabajo coordinador para superar los rezagos que arrastra la región.
Con el tiempo podrá evaluarse la efectividad de este viraje político, pero por lo pronto, los presidentes municipales han atendido una vieja demanda de la sociedad del sur del estado.
El tercer informe del gobernador se da, además, habiendo superado los 40 meses de la administración estatal, es decir más allá de la mitad del sexenio.
En un contexto tan intenso como que el que últimamente vive el estado, queda claro que atestiguaremos- si no es que ya atestiguamos- una sucesión acelerada. Si pasa en la lucha por la Presidencia de la República, sería ingenuo pedir que no ocurra en el estado.
Como todavía falta mucho tiempo para las definiciones, hay muchas variables y unas cuantas certezas que empiezan a consolidarse.
Una de ellas, que empieza a ser aceptada -así sea a regañadientes- entre los grupos, clanes y tribus del estado, es que las candidaturas para la gubernatura de Tamaulipas tendrían que destinarse al género femenino.
Esto, que en realidad no podría confirmarse sino hasta el 2027 a través de las convocatorias de los partidos, enfría las aspiraciones de unos cuantos hombres que se sentían merecedores de aparecer en la boleta.
En cambio, alimenta el interés de algunas mujeres representantes de la 4T que se saben con capital político y posibilidades serias de ser tomadas en cuenta.
Justo ahora, apenas rebasado la primera mitad del sexenio, destacan dos con mucha claridad: la senadora Olga Sosa, y la presidenta municipal de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Canturosas.
Ambas estarán el sábado en Tampico, la primera en su terruño, y la segunda en el municipio más lejano de la ciudad que gobierna pero donde ya ha empezado a hacer presencia.
A partir de ahora, lo saben las dos, todos sus movimientos, sus palabras y gestos serán vistos a través del cristal político. El futurismo está en marcha.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES