11 mayo, 2025

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Ellas no

Cada vez más, las nuevas generaciones van eliminando de sus planes el tener hijos

CIUDAD VICTORIA, TAM.- Jessica trabaja en un negocio de venta de fierro y lámina además de ferretería desde hace más de 12 años, en el departamento de contabilidad.

Al principio le resultaba incómodo trabajar ‘entre puro pela’o’ como ella dice, pues le tocó estar en el mostrador. Ahí aprendió a identificar desde un simple clavo hasta un polín de diez pulgadas o una máquina de soldar de tipo TIG. Con el tiempo se incorporaron más mujeres a la empresa y hoy son más de media docena.

Poco después de un año de laborar ahí conoció al que hoy es su esposo, Edgar. Sin embargo, a sus compañeros les llamaba la atención un detalle: Jessica nunca se embarazó. Este hecho, generaba chismes que involucraban la orientación sexual de su esposo, o que creaban dudas respecto a su salud reproductiva.

Jessica siempre supo de la existencia de estos rumores, pero desde un principio decidió no prestarles atención, pues ella y su esposo no solo gozaban de buena salud, sino que el tema ya estaba resuelto: Jessica y Edgar decidieron no tener hijos.

En México, cada vez son más las parejas que no procrean. Los motivos son muchos, aunque no hay uno en especial. Algunas porque se vieron impedidas biológicamente, otras porque prefirieron esperar y llegado un tiempo se sintieron a gusto siendo solo dos en casa. Uno de los casos cada vez más frecuentes es el de mujeres que decidieron no casarse ni tener hijos, así de simple. Más de una vez el Caminante escuchó a una persona decir: “así como está de podrido el mundo, ¿para qué traer hijos a sufrir?”.

Tal manera de pensar, si no se comparte, al menos se debe de respetar. Otro de los argumentos más populares entre parejas jóvenes que posponen la paternidad es la situación económica. “No mano, si hoy en día está bien difícil criar un hijo, ¡imagínate tres o cuatro!” comenta Félix, quien acordó con su esposa desde hace 7 años no procrear familia.

En México el promedio de hijos por pareja pasó de 7 vástagos en los años 60 a sólo 2.7 en la década de los noventas, y a 1.8 en 2023, de acuerdo a encuestas oficiales del INEGI. “La gente no perdona que uno elija no tener hijos, lo ven mal, o es un pecado, o es porque uno está mal de la cabeza o que es ‘antinatural’ oiga nomás” cuenta Jessica al Caminante.

– Oye Jessica, ¿y siempre tuvieron tú y Edgar muy claro que no deseaban tener familia? – Si desde que éramos novios lo platicamos, y no te voy a mentir, hubo momentos en qué nos llegaba el sentimiento, el llamado de la paternidad, pero lo volvíamos a hablar y nos convencíamos más de que esto es lo que queremos – explica ella.

– ¿Recibían presión para que te embarazaras? – ¡Uta, de a madre! principalmente de mi familia, de mi mamá, sobre todo, siempre me sale con reclamos e insinuaciones, “que ya estaba en edad” “que si no le iba a dar nietos” “que nos veía tristes” “que si mi papá viviera estaría muy decepcionado de mi”. –

¿Y por qué crees que es tan importante para tu familia este asunto? – Pues mira, en mi familia fuimos cinco hermanos, cuatro mujeres y un hombre, y yo soy la más chica, mis hermanas tienen de tres hijos para arriba y mi hermano es gay y no tiene hijos, a él lo entendieron y lo apoyaron desde el principio, incluso lleva a su pareja a las fiestas, navidades, año nuevo y todo el pedo, y yo creo que esperaban que yo también tuviera al menos uno, así que imagínate como me ven todos, como bicho raro.

Martha trabaja en un conocido almacén de la zona centro y al igual que Jessica, renunció a la maternidad. – Sí lo intentamos los primeros años, incluso me inseminaron tres veces y no pegó. Luego hubo la opción de adoptar, pero conforme pasaba el tiempo me empecé a dar cuenta de que realmente lo hacía para complacer a mi esposo, pero que no era mi deseo y decidí dejarlo por la paz.

– ¿Tuvo está decisión alguna consecuencia en tu matrimonio? – Si, nos divorciamos, pero un año después nos volvimos a juntar porque aunque tener hijos es algo importante, el amor que nos tenemos es más grande, y así seguimos ‘juntados’ desde hace 15 años jajaja – cuenta entre carcajadas doña Martha.

– ¿Qué es lo más difícil de tomar esta decisión? – La gente. Ahí en el trabajo cada 10 de mayo me ven con lástima, incluso me ignoran todo el día “para no hacerme sentir mal” pero a mí ya me da hasta risa que hagan eso, yo estoy muy tranquila, pero eso sí, ¡si hay tamales o pastel eso sí se los acepto! La decisión de tener hijos o no, es un asunto muy particular y personal de cada pareja o persona, y nadie debe presionarles para elegir o hacer lo contrario. Ya lo dijo el benemérito hace 150 años, “el respeto al derecho ajeno es la paz”. Demasiada pata de perro por esta semana.

POR JORGE ZAMORA

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