TAMPICO, TAMAULIPAS.- El aroma inconfundible del maíz recién cocido y un toque de mantequilla se expande en el aire y atrae comensales.
La Plaza Laguna de Tampico se ha convertido en un pedacito de Tuxpan gracias a Jorge Del Ángel Hernández.
Este joven arquitecto de 25 años, originario del estado de Veracruz, arribó a tierras tamaulipecas desde hace más de 5 años, quiere seguir con el legado culinario de su familia: unos esquites que evocan el sabor auténtico de su tierra natal.
Aunque la vocación de Jorge lo llevó a las aulas universitarias para moldear edificios y espacios, la tradición familiar de casi dos décadas lo llamó de vuelta a los sabores de su infancia.
Su padre inició el negocio en Tuxpan y ahora Jorge, con el apoyo de su hermano y primo, ha traído a Tampico la peculiaridad que distingue a sus esquites: el maíz frito en mantequilla.
«A mi papá no le llamaba la atención que yo trabajara, quería que fuera un profesionista y lo soy, pero uno no olvida de dónde viene».
El puesto, identificado con el entrañable nombre de «Jorgito» y la promesa de «Elotes y Trolelotes», se ubica estratégicamente en el local 111 de la planta baja de la plaza.
«Con nosotros el trole es hervido, pero lo que vendría siendo el esquite es un platito pero frito en mantequilla, es la diferencia», explica con orgullo, detallando los aderezos que completan esta delicia: mayonesa natural y una versión picosita con chile, limón y queso.
Aunque en sus inicios la cocción se realizaba al carbón, las dinámicas del lugar llevaron a una adaptación al gas, manteniendo intacto el sabor característico.
Con la misma marca que vio nacer el negocio familiar, «Jorgito» busca dejar su propia huella en Tampico, ofreciendo un bocado de tradición veracruzana en el corazón de la ciudad.
«Es la misma marca, queremos que se note acá».
Así, entre planos y granos de maíz, Jorge construye no solo edificios, sino también puentes de sabor entre su pasado y su presente, pues desde los 13 años de edad se involucró en el negocio por distracción.
Iniciaron en las fiestas de abril, recibieron apoyo de la ciudadanía que se animó a probar los esquites.
Estas «palmaditas» de apoyo los ha llevado a seguir adelante con su labor, ofreciendo un producto de calidad a los consumidores.
POR. JAVIER CORTÉS
EXPRESO LA RAZÓN